“No podemos renunciar a que crezcan los ingresos”
El global CTO de Telefónica reflexiona sobre la gran disparidad existente entre el crecimiento de tráfico de banda ancha por las redes (del 26%) y el aumento de los ingresos que este reporta a los operadores (un máximo del 4%)
Según las cifras conocidas, hay una gran disparidad entre el crecimiento de tráfico de banda ancha por las redes y el de los ingresos que reporta a los operadores. Una media del 26% en el primer caso, del 4% como mucho (o negativa) en el segundo. Telefónica presentará resultados la próxima semana, y este indicador dará la medida del problema para el operador, no sólo en España sino también en los mercados latinoamericanos, y en Alemania o Reino Unido.
Enrique Blanco tiene la responsabilidad de resolver el problema desde el lado de la infraestructura: en eso consiste su cargo, definido como global chief technology officer (CTO) de Telefónica. En el Mobile World Congress –digámoslo una vez más, es un congreso y no una feria– presentará varios proyectos que atienden a esa urgencia y que resume en la conversación con Dinero. “Lo que Telefónica necesita es una red hiperconectada. Acceso 4G, estamos en ello, y dar conectividad con fibra a todos y cada uno de los elementos de acceso Estamos mejorando nuestras infraestructuras, para que los clientes puedan disfrutar de unas redes ubicuas, que les permitan trabajar lo mismo en Madrid que en el Penedès, o en Shanghai si se diera el caso, porque el servicio acaba pasando por algún nodo de Telefónica”.
Los usuarios, como los que leen esta página, tienen dispositivos más rápidos, y por tanto requieren redes más rápidas. Y con la migración a la tecnología 4G, la presión sobre el tráfico no hará más que aumentar. ¿Cree que es posible satisfacer el crecimiento de la demanda sin que sea económicamente ruinosa la inversión necesaria? Cuando uno mira cómo crece el tráfico de la banda ancha móvil, puede tener esa impresión. En las redes de Telefónica, todas sumadas, el incremento es de más del 25%, y vemos que el 95% del tráfico que tienen que soportar pasa por las líneas fijas, pero también que más del 85% procede de dispositivos móviles, básicamente por wi-fi, generado por la proliferación de tabletas y smartphones. Esto quiere decir que en el 2014 tengo que dar una cuarta parte más de capacidad de transporte para que los clientes tengan una percepción racional de calidad. Pero los ingresos no acompañan. Lo único que no podemos hacer es renunciar a que los ingresos crezcan más de lo que crecen. Llevamos muchos tiempo en esta carrera desigual, y hemos conseguido eficiencias de un 12 o un 15% adicional cada año. ¿Cómo miden la eficiencia? Cuánto gasto y cuánta inversión sobre ingresos ponemos en la red. Esa es la fórmula: inversión+gastos sobre ingresos, o dicho de otro modo capex sobre ingresos, que hay que calcular para cada país y para cada proceso, porque en un grupo como Telefónica hay procesos que son locales y procesos que son globales. La fórmula parece sencilla, pero ¿cómo se resuelve? Una de las palancas que tenemos es la virtualización y creo que poca gente tiene claro el impacto positivo que supone para el negocio de una compañía como esta. ¿Cómo son las redes de Telefónica? El 99% de nuestras infraestructuras están en cada país donde operamos, cada una con su hardware y su software específicos; lo que significa que si la demanda nos exige crecer, tenemos que hacerlo con la misma arquitectura, dimensionada para equis millones de clientes. En parte, este es el problema que se resuelve con la virtualización. Entendido, ¿y qué problemas se crean? La diferencia entre una solución tradicional y una solución virtualizada, que ya hemos probado en laboratorio, puede suponer una reducción de hasta el 35% en
En el 2014 tengo que dar una cuarta parte más de capacidad de transporte para que los clientes tengan una percepción racional de calidad” Tenemos que meter fibra masivamente, que permite un aumento pasmoso de calidad. Y la calidad es un arma para que crezcan los ingresos”
coste total de la operación (TCO). ¿Y en gasto? Pues en gasto podríamos estar reduciéndolo en dos tercios. Pero, ¿tiene sentido que se controlen las redes de Reino Unido, de España y de Brasil desde un único sitio que puede estar a 2.000 kilómetros? No habría ningún problema técnico para controlar la red de España desde Reino Unido o la de Reino Unido desde España. Desde el punto de vista de la arquitectura, quiero decir. Podemos hacerlo, pero la virtualización entra en el capítulo de “tenemos que hacer las cosas de otra manera”. Tal como las hacemos ahora, ya tenemos unas eficiencias notables, pero necesitamos apretar más, optimizar más. Menudo problema... O bendito problema. Si miramos al mundo, ¿cuáles son las redes más evolucionadas en la actualidad? Las de Corea del Sur y Japón. Si quiero ver el futuro de las redes móviles, tengo que ir a esos países, que han llevado la virtualización al extremo. Es lo que les ha permitido dar unos servicios que en España serían asombrosos. No estoy seguro de que el cliente español esté dispuesto a pagar lo que pagan los coreanos o los japoneses. Hubo una tendencia a pensar que la 4G iba a traer más ingresos, y lo que ha traído son más costes. Por eso digo que tenemos que cambiar el enfoque, desplegar las redes con una eficiencia que viene desde la arquitectura. Tenemos que meter fibra masivamente, que permite un aumento pasmoso de calidad, y estoy seguro de que los clientes lo van a valorar, probablemente no en el corto plazo porque la crisis también influye. Y la calidad es un arma para que crezcan los ingresos. Los ingresos en Japón están aumentando un 14% por el hecho de mejorar la calidad de las redes, de 3G a 4G y ahora a LTEAdvanced. No es así en Europa. No está ocurriendo en Europa por múltiples razones, pero eso no significa que bajemos la guardia; lo que se está haciendo no es reducir la inversión porque el entorno no sea idóneo, sino lo contrario: crecer en inversión para llegar a tener ese tipo de redes. No se consigue en un año, pero a dos o tres años vista, de eso estoy seguro.