Minifotografías
La galería Tagomago ha decidido remover un poco las rutinas y presenta una exposición colectiva donde se reivindican los pequeños formatos en fotografía contemporánea: algunas fotos del noruego Oyvind Hjelmen miden sólo 2’5 x 2’5 cm. La muestra es interesante en el aspecto artístico, pero también porque plantea interesantes reflexiones sobre el mercado artístico y fotográfico.
En el texto de presentación los galeristas comparan los precios más altos alcanzados por obras fotográficas y nos encontramos con datos previsibles, pero también con alguna sorpresa. Por una parte, en términos de mercado el rey es Andreas Gursky, un fotógrafo que me parece excelente, espléndido, y que se caracteriza por el empleo de formatos enormes. Curiosamente, algunas de sus fotos más cotizadas son sosas, casi las peores que ha expuesto, según mi opinión y la de otros fotógrafos con los que he hablado.
Rhein II (1999), de Gursky, se vendió por 4,3 millones de dólares y mide 190 x 360 cm. Tras el mercado alemán se sitúa el estadounidense: Cindy Sherman alcanzó 3,9 millones de dólares con una foto no tan grande, de 61 x 122 cm. La sorpresa, tras tanta firma y tantos metros cuadrados de fotografía, es el precio alcanzado por una foto anónima de 8 x 5 cm, de 1880: nada menos que 2,3 millones de dólares. Los precios de Tagomago, hasta el 15 de marzo, son asequibles.