Facilitar la transferencia desde la investigación al paciente
Cimab, una empresa surgida de la UAB, busca soluciones a la infertilidad masculina y atiende a personas con este problema
El semen de los catalanes es el más infértil de España”. Este fue el titular de La Contra de La Vanguardia del 18 de abril del 2009. La contundente sentencia correspondía al profesor John Aitken, director del centro de investigación reproductiva de la Universidad de Newcastle (Australia) y experto internacionalmente reconocido en el estudio del semen humano.
Una semanas antes de sorprender a los lectores de este diario, Aitken había participado en el congreso internacional de andrología celebrado en Barcelona, donde sus palabras habían dejado huella también en Agustí Garcia Peiró, un joven que en aquella época estaba acabando el doctorado en Biología Celular y que buscaba fórmulas para poder continuar trabajando en lo que más le apasiona, el estudio de las causas y soluciones a la infertilidad humana.
“Trabajar en la universidad como profesor titular y continuar haciendo investigación por el procedimiento tradicional es muy difícil, por eso es necesario buscar fórmulas imaginativas”, explica García Peiró como uno de los motivos principales que le llevaría a crear una empresa. “Muchas de las personas con estudios científicos que terminan la carrera –indica Agustí Garcia– se marchan al extranjero a hacer el posdoctorado y acaban trabajando en temas que no tienen nada que ver con su formación académica inicial, pero yo quería intentar seguir mi vocación sin tener que emigrar, y desde el Parc
Para financiarse, la empresa realiza investigaciones para centros de infertilidad, entre otras cosas
Científic de la Universitat Autònoma de Barcelona me ayudaron a conseguirlo”.
El esfuerzo de Garcia Peiró dio los primeros resultados con el descubrimiento de un método para determinar fácilmente el estrés oxidativo de los espermatozoides, un proceso relacionado con la fragmentación del ADN, que se considera como uno de los parámetros a tener en cuenta para determinar las causas de la infertilidad masculina. Garcia Peiró y el director de su tesis doctoral, el profesor Jordi Benet, convirtieron este hallazgo en una patente y, “esta patente abrió la puerta a la creación de un spin off de la UAB”, recuerda este joven científico emprendedor.
El proyecto de Agustí Garcia Peiró se concretó en octubre del 2011 con la creación del Centro de Infertilidad Masculina y Análisis de Barcelona SL (Cimab). El nuevo método para determinar el estrés oxidativo de los espermatozoides era una de las bases de la nueva empresa, pero finalmente Cimab licenció esta paten- te a una empresa que está fabricando el kit y ha pedido la extensión de la patente a otros países.
“El trabajo de Cimab se centra ahora en la investigación en infertilidad masculina y en la atención a personas que estén preocupadas por su calidad espermática; hacemos una transferencia directa de nuestros conocimientos de laboratorio a la consulta, aplicando nuestros conocimientos en biología celular del espermatozoide en la valoración del estado fértil de los pacientes”, explica García Peiró, antes de detallar que Cimab “no es propiamente un centro de la UAB pero tampoco es una empresa tradicional”.
LA FINANCIACIÓN
De hecho, Cimab es una empresa muy pequeña que tiene que buscar gota a gota los recursos para poder seguir trabajando. Como ejemplos de esta forma singular de financiar la actividad de la empresa, García Peiró explica que Cimab ha firmado los primeros convenios con centros de infertilidad para realizar investigacio- nes científicas que sean de su interés. “Otra fórmula de financiación del trabajo de investigación es conseguir becas de investigación como las que convoca el Corporació Sanitària Parc Taulí, como la que conseguimos el año pasado para mejorar el pronóstico del cáncer de próstata a partir del plasma seminal”.
En una línea muy similar, Cimab ha llegado a un acuerdo para realizar una parte de las analíticas de calidad del semen en un estudio que trata de comprobar si la contaminación atmosférica en el área de Barcelona puede estar relacionada con el aumento de la infertilidad. “Con los recursos que conseguiremos con el acuerdo contrataremos a una persona que ha acabado recientemente la tesis doctoral, mientras que el proyecto de investigación con el CIRH (Centro de Infertilidad i Reproducción Humana) nos permitirá contratar a una joven que está preparando su tesis doctoral”, explica el fundador y director de Cimab para dar una idea de la singularidad de la empresa.