Actividad en el MAB; quietud en el MARF
Los mercados alternativos experimentan sensaciones contrapuestas. La actividad es notable en el mercado alternativo bursátil (MAB), mercado que funciona desde el 2009 para pequeñas y medianas empresas. Cuatro de sus 23 compañías ejecutaron ampliaciones de capital entre noviembre y diciembre del año pasado: Suávitas, Ebioss Energy, Ibercom y Catenon. Son movimientos considerables (al menos respecto a los registrado en meses precedentes), pero los expertos los califican de “manifiestamente mejorables”. “Algunos asesores registrados –aquellos que asisten a la compañía en su recorrido bursátil– han generado unas expectativas fabulosas entre las empresas, expectativas que luego no se han cumplido ni de lejos”, dice Juan Ramón Sáenz-Díez, socio de la consultora Atom”. “Así se ha creado un problema de imagen y de desconfianza. Si el asesor trabaja mal, espanta a futuras empresas. Por eso, al MAB le queda una larga travesía por el desierto, mucho trabajo por delante, para atraer a más empresas y cerrar el círculo virtuoso”, dice Toni Giralt, que dirige el mercado.
Mientras, el mercado alternativo de renta fija (MARF) avanza a paso de tortuga. Lanzado en octubre del año pasado, apenas una sola empresa cotiza en este mercado, que busca rentabilidades próximas al 7% y pretende captar la atención de 800 pymes. Se trata de la constructora gallega Copasa, uno de los componentes del consorcio español que construye el AVE La Meca-Medina en Arabia Saudí. En diciembre, Copasa captó 50 millones de euros en deuda sénior con vencimiento a cinco años. Por ellos, paga intereses del 7,5%. “Hay otras dos ofertas sobre la mesa”, dice Xavier Brun, gestor de Solventis.