Vodafone pide pista para crecer
Su presidente reclama a Bruselas menos reglas para invertir y crear empleo
El futuro no será móvil, ni fijo, ni wi-fi, ni cable ni el contenido. Lo será todo junto y Vodafone quiere estar ahí”. Lo explica el presidente de la operadora británica, Vittorio Colao, en una visita fugaz a Madrid con la que trata de mostrar la importancia que la multinacional le confiere al mercado español.
La compra de Ono por 7.200 millones de euros es la mejor demostración, pero el apetito inversor de Vodafone por España no termina ahí. Tratando de poner algo de pausa en la digestión del principal operador de cable del país, la segunda teleco en España piensa que todavía hay terreno para crecer. No descarta la compra de Yoigo si las condiciones son propicias ni de otras empresas de cable derna y transparente plaza Vodafone, cerca del rebautizado aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas.
El directivo italiano cree que la Comisión y el Parlamento Europeo hicieron algunas cosas mal en la regulación del mercado. “Se preocuparon mucho de ampliar la competencia, llegó a ser una obsesión incrementar el número de competidores y se olvidaron de aspectos claves como favorecer la inversión” en nuevas infraestructuras, analiza Colao.
Su visión sobre el futuro del sector y sus necesidades es, evidentemente, muy diferente a la de los legisladores comunitarios. El ejecutivo considera que las telecomunicaciones deben ser por sus características técnicas y de inversión un oligopolio sin renunciar por ello a que exista una sana competencia entre los operadores. “En China hay tres (compañías) y en EE.UU. cuatro; ya está bien de proteger a competidores artificiales”, reclama.
Colao también admite que el conjunto de las operadoras europeas se equivocaron con el sobreprecio del roaming y que en eso el Parlamento Europeo ha hecho lo correcto, pero cree que son los legisladores quienes se equivocan ahora penalizando a las grandes de una industria que invierte mucho dinero y que podría contribuir a la creación de empleo en un momento tan complicado. Por eso, su principal reclamación es que la cesión de las redes que ha costado mucho poner en pie a otros operadores debe cubrir el coste que supone ese servicio.
Porque Vodafone cree que la red de fibra debe seguir creciendo. Bien mediante la compra de pequeñas empresas que ya hayan hecho las inversiones o bien mediante la instalación de nuevas redes, como la que Vodafone está realizando conjuntamente con Orange. “Si Telefónica no quiere colaborar con nadie, parece lógico que los demás colaboremos al margen de ellos”, se justifica. Y es que Colao no ve en España espacio para más de tres operadoras.
Desde Estocolmo, los directivos de TeliaSonera no han tardado en ponerse a tiro de la empresa británica. Su filial española, Yoigo, tiene una parte insignificante del mercado español y la fir-
Vittorio Colao durante su encuentro con periodistas en la sede de Vodafone en Madrid ma sueca parece haber perdido el interés por establecerse en el sur del Europa.
A Vodafone le sucede precisamente lo contrario. Su objetivo parece centrarse en el viejo continente, habiendo renunciado a plantear batalla a Telefónica en el nuevo. “No estamos mirando a Latinoamérica”, resumió lacónico el presidente de Vodafone descartando la apertura de nuevos mercados en su fuerte oleada inversora.
La multinacional consumó a principios de este mes la compra de la empresa alemana Kabel Deutschland, lo que le ha permitido llegar a más de 39 millones de hogares de ese país. Al igual que pretende hacer en España con Ono cuando en otoño se ejecute la compra, Vodafone se dispone a lanzar en Alemania una serie de ofertas de productos integrados que combinen la telefonía fija y móvil, la fibra y la oferta de televisión. “La tecnología que usaremos será la misma en todos los países, pero los contenidos son otra cosa porque cada mercado tienen unas particularidades muy concretas que hay que conocer bien”, explica el CEO del gigante británico de las telecomunicaciones.