Al Ártico, en velero
Sterna ofrece descubrir paisajes únicos como la costa Este de Groenlandia
El próximo 15 de mayo partirá de las aguas del puerto de Barcelona el velero Sterna, que ofrece a viajeros privados travesías a destinos polares inexplorados y singulares como la costa este de Groenlandia o la isla volcánica de San- ta Lucía, entre muchas otras. Una “aventura” empresarial nacida hace un año de la mano del barcelonés Albert Bargués, el primer regatista del Estado que acabó una Mini-Transat y que concluyó la primera edición de la Barcelona World Race sin realizar ninguna parada, y que lleva en sus espaldas más de 150.000 millas navegadas a vela.
“Sterna quiere, desde el mar, acercar a las personas a lugares especiales, recónditos y maravillosos, tal y como hicieron los primeros descubridores, así como hacerles sentir las emociones que se viven a bordo de un velero”, dice Bargués. De hecho, la embarcación de 26 metros de eslora ha sido bautizada con el nombre Sterna (charrán), el ave marí- tima que vive más horas de luz, puesto que cuando llega el invierno vuela desde su área de cría en el Ártico hasta la Tierra del Fuego. para después volver nuevamente al Ártico durante su periodo estival. “Una travesía que queremos seguir bien de cerca desde el Sterna”, añade Bargués.
Con capacidad para 12 personas, Sterna ofrece desde grandes navegaciones oceánicas –a partir de una semana de duración– a destinos como el archipiélago de Svalbard o la isla de Saint John's, hasta expediciones a la inmensidad del blanco helado del Ártico y la Antártida en colaboración con la agencia Tierras Polares, liderada por el explorador Ramon Larramendi. “A bordo del Sterna todos los expedicionarios aprenden y practican técnicas de navegación, hacen seguimiento de la fauna polar desde el barco. Además, durante la travesía también hay desembarcos para practicar kayak entre el hielo, hacer trekking, o pasear en barcas semirrígidas por los fiordos...”, añade, al tiempo que admite que el Sterna está abierto a todo tipo de público. “Eso sí, esto no es un crucero de lujo de pulserita todo incluido, sino una casa rural de buen gusto, donde los viajeros compartirán mucho tiempo juntos e, incluso camarote”, puntualiza.
A pesar de que en la actualidad, el 90% de los viajeros del Sterna son de origen nacional –debido a que todavía no se ha empezado a promocionar en el exterior– el emprendedor marítimo prevé que en un plazo de dos años, el 70% de sus clientes serán internacionales. “Sobre todo de países donde existe gran tradición marítima y una gran pasión por este tipo de expediciones extremas como en Francia, Noruega o Estados Unidos”, añade.
El precio de dichas travesías oscila entre los 2.000 euros a los 8.900, en función del recorrido y de los días que tenga el viaje. La compañía estima ofrecer un total de 17 travesías anuales, entre navegaciones oceánicas y expediciones polares.