Competidoras más que complementarias
Alstom y Siemens son más competidores que complementarios. Hace años que ambos grupos trabajan en España y disponen de un tamaño parecido. Alstom cuenta con 30 centros de trabajo con una plantilla global de unas 4.000 personas. La facturación el año pasado en el país fue de 784 millones de euros. Siemens factura algo más, 1.066 millones, si bien genera menos empleo, unos 3.400 trabajadores.
Las dos empresas han competido históricamente por los contratos ferroviarios que suelen ser de gran magnitud y dependen de la Administración. Existe una norma no escri- ta, por la que las empresas que reciben grandes contratos públicos devuelven a la sociedad parte de lo que de ella reciben generando empleo. En la planta de Alstom de Santa Perpètua de Mogoda, por ejemplo, el comité de empresa reclama a la Administración que aporte carga de trabajo para mantener los empleos. Ambas empresas cuentan con una importante presencia industrial en Catalunya.
El profesor de Esade, Josep Palau, explica que, en las fusiones, lo que las grandes empresas buscan son “sinergias, que suelen ser reducciones de costes y se traducen en despidos”. Por lo tanto cualquier decisión que se tome desde las dos multinaciona- les puede afectar a la economía española desde el punto de vista del empleo. Pero también hay otra consecuencia para el conjunto del Estado. “Las fusiones transnacionales no juegan nunca a favor de los países sino de las multinacionales porque si se fusionan tienen mayor capacidad de planificar dónde hacer la producción”, reflexiona Palau.
En España. por ejemplo, Alstom y Siemens compiten especialmente en la alta velocidad. Alstom fabricó el principal AVE en España en 1992 mientras que en 2001 Siemens recibió el encargo de fabricar 32 trenes del corredor ferroviario de alta velocidad entre Barcelona y Madrid. Por lo tanto, si finalmente se fusionan ambas empresas habrá menos opciones, con lo que desde un punto de vista estricto y académico, de teoría económica, los precios de los productos pueden subir.
La historia de las dos compañías en España viene de lejos, La presidenta de Siemens, Rosa García, suele recordar que si la empresa formara parte del Ibex sería una de las tres más antiguas. Nació en 1857, cuando Werner Von Siemens mostró su telégrafo de aguja en su pequeño taller de Berlín. En abril del 1895, la compañía abrió su primera oficina en la Carrera de San Jerónimo de
Madrid. Unos años más tarde, en 1910, inauguró en Cornellà una fábrica de componentes ferroviarios que hoy día sigue construyendo motores. Es una de las plantas más modernas del grupo puesto que ha reducido enormemente los tiempos de fabricación de motores.
La llegada de Alstom a España es muy posterior. Aterrizó en 1989 pero lo hizo adquiriendo una de las empresa históricas de Catalunya, La Maquinista Terrestre y Marítima, fundada en 1855, y MACOSA, creada el 1897. Quizá toda esa historia acumulada es lo que ha llevado a que Alstom sea una de las empresas con mayor conflictividad laboral continuada en el tiempo aunque de baja intensidad. Actualmente, la plantilla de la factoría de Santa Perpetua de Mogoda está en pie de guerra por la modificación de las condiciones laborales impuestas por la empresa que ha derivado en un plan de ajuste de 190 trabajadores.
La importancia de Alstom para la economía española no es menor. Según datos de la propia empresa, Alstom compra productos y servicios a proveedores españoles el equivalente al 41% de su facturación, uno 320 millones. Siemens obviamente también adquiere una parte importante a proveedores locales. Una hipotética unión de las dos compañías tendría por lo tanto un impacto sobre los proveedores en un sentido u otro dependiendo de qué tamaño adoptara el nuevo grupo.
El profesor de Esade Josep Palau añade que en las operaciones transnacionales las multinacionales llevan a cabo subastas entre sus filiales para decidir dónde producir. Eso ya sucede en la automoción. Por ejemplo, cuando Nissan debe adjudicar la producción un nuevo modelo de coche todas las plantas del grupo compiten entre si. La planta de Nissan de la Zona Franca, por ejemplo, optó a un vehículo gracias a que la plantilla se redujo el sueldo.
Unas de las factores más importantes de Alstom en España es que cuenta con el centro de I+D de referencia mundial en energía eólica, además de ocho centros de desarrollo tecnológico para el resto de sus divisiones.
Los defensores del proyecto de fusión francoalemana creen que se puede repetir el éxito del consorcio de EADS. Será cuestión de tiempo.