“Los demás piensan y hablan de ti: ¡todos somos una marca!”
Cuando pensamos en un coche, un pantalón vaquero o una bebida de cola, nuestra mente suele pensar en una marca concreta. Pero, si alguien de nuestro entorno tuviera que pensar en un profesional experto en nuestro ámbito, ¿pensaría en nosotros? En el mercado laboral todos somos productos, y crear y posicionar nuestra propia marca profesional nos ayuda a distinguirnos del resto. En el libro Marca profesional (Alienta editorial), la experta en recursos humanos Irene Martínez explica “cómo ser sobresaliente, relevante y diferente”, aspectos que repasa en esta entrevista. Licenciada en Ciencias del Trabajo y en Psicología y posgrado en recursos humanos, Martínez es directora de Key Executive y de la Fundación Key y ejerce como coach, headhunter, profesora en escuelas de negocio y especialista en evaluación y desarrollo de directivos Ahora que nos habíamos acostumbrado al concepto de “marca personal”, usted propone el de “marca profesional”. ¿En qué consiste este concepto? Es una evolución de la revolución de la marca personal que inauguró el gurú Tom Peters allá en 1998. Somos una marca, y hablamos de marca profesional porque nos referimos a la imagen profesional que construyes y que tienen los demás sobre ti, dentro y fuera de tu empresa. Cuando pensamos en una “marca” nos vienen a la cabeza nombres como Coca-Cola o Levi’s, y no una persona concreta. ¿Qué tienen en común un profesional y una marca de productos? ¡Si es que es lo mismo!: son una promesa de valor, les atribuimos una características y confiamos (o no) en lo que nos van a aportar. En los personajes públicos es muy evidente: por ejemplo, George Clooney nos sugiere un tipo de película muy distinto al que nos sugiere Jim Carrey; en deporte, Rafa Nadal, Messi o Cristiano Ronaldo son marcas profesionales muy valiosas, sabemos que son excepcionales y esperamos que así actúen. ¿Podría citar otros ejemplos de profesionales que considere que han sabido distinguirse gracias a su marca profesional? Además de los deportistas que hemos nombrado, si pensamos en la televisión por ejemplo Susanna Griso o Christian Gálvez han sabido construir y comunicar su marca, y son profesionales que admiramos y en los que confiamos. En el mundo de la empresa, podríamos citar desde nombres más conocidos para el gran público como Steve Jobs (Apple), Amancio Ortega (Inditex) o Emilio Botín (Banco Santander), hasta marcas profesionales muy potentes que son relevantes para los que trabajamos en el mundo empresarial, como Marcos de Quinto (Coca-Cola), Patricia Abril (McDonald’s) o Laura González Molero (Merck). No se trata de ser famoso, si no de ser reconocido como profesional excelente entre las personas relevantes de tu entorno. Está claro que un emprendedor debe crear su propia marca para distinguirse de la competencia. Pero el resto de profesionales, ¿por qué necesitan crear su propia marca? Ahora de media estamos 7 años en un puesto de trabajo, ¡y los ciclos se están acortando!. Tener una marca profesional valiosa es imprescindible para seguir en activo como profesional, sea dentro o fuera de tu empresa actual. Dentro y fuera de tu empresa tienes una marca, los demás piensan algo sobre ti ¡y hablan de ti! y eso es clave para que te lleguen oportunidades profesionales. ¿Por dónde debemos empezar para definir cuál es nuestra propia marca profesional? Por donde seas–o quieras ser–sobresaliente: ¿en qué eres bueno?. Después, sigue por lo que te gusta hacer, porque en la intersección entre lo que sabes hacer y lo que te gusta encontrarás en qué eres o puedes ser diferente; después, piensa en tu mercado, a quién te diriges: ¿a quién le interesa lo que haces y está dispuesto a pagar por lo que le aportas? Ya tenemos creada nuestra marca. Y ahora, ¿qué hacemos con ella? ¡Mimarla y comunicarla! Eso sí, debemos ser consistentes, que Irene Martínez, experta en RR.HH. y autora del libro