CUATRO ASPECTOS QUE DEBEN MEJORAR
La gestión financiera de una empresa es clave para asegurar la continuidad del negocio e incluso evitar cierres que se producen por falta de un mejor control de la operativa o por la dificultad de obtener créditos bancarios. Factores como la falta de tiempo y de recursos económicos y humanos influyen de forma decisiva en que no todas las empresas puedan mantener un control sobre aspectos claves para la sostenibilidad y crecimiento del negocio. Argelia García, en base a los más de 20 años de experiencia acumulados en dirección financiera y auditoría, muchos de ellos en la compañía External Financial Management que fundó en el año 2006 junto a Miquel Carrió, repasa los aspectos que desde su punto de vista deben mejorar todavía muchas pymes para garantizar su supervivencia en un mercado tan competitivo como el actual. En síntesis, la planificación de tesorería, el control de márgenes, el marketing bancario, la contabilidad analítica o la comunicación interna de los procedimientos son algunos de los aspectos claves que tener en cuenta para evitar posibles situaciones de riesgo.
1. TESORERÍA
La supervivencia de cualquier empresa empieza por asegurar los recursos. La planificación de la tesorería permitirá al empresario anticiparse a las situaciones de tensión y gestionar los sobrantes. Esta será la base para gestionar de forma estratégica la obtención de más recursos mediante la negociación bancaria, la entrada de inversores o la financiación pública. Por ello no puede olvidar en ningún momento su propio
marketing bancario. Debe revisar cómo gestiona las tensiones de tesorería, cuál es su valoración según las compañías de rating... Cada empresa tiene que construir una posición negociadora fuerte y establecer una gestión estratégica del pool bancario, ya que es una de las claves de la gestión financiera.
2. RENTABILIDAD
Muchas empresas ven cómo les caen los márgenes por varias razones, como la disminución de ventas o el cambio de mix de productos y de clientes. Si se detectan este tipo de situaciones es necesario tomar medidas, revisar precios o descuentos, o variar la estrategia de compras. Acciones tan sencillas como calcular el precio de venta limpio o el coste real pueden evitar tomar decisiones erróneas. Por ello, no calcular la rentabilidad del negocio supone un alto riesgo en el que incurren muchas pymes. Conocer la rentabilidad para cliente, producto, servicio o punto de venta permitirá mejorar las operaciones y tomar decisiones comerciales clave. Por este motivo, es crucial segmentar la información económica relevante de la empresa a través de la contabilidad analítica.
3. PLANIFICACIÓN Y SEGUIMIENTO
No siempre es necesario el control diario, ya que hacerlo semanal o mensualmente en algunas empresas puede ser suficiente, pero una empresa tiene que tener siempre una visión a largo plazo. La previsión de tesorería permite planificar los objetivos de negociación bancaria a corto y medio plazo. Muchas pymes dedican poco tiempo al análisis. A menudo, la toma de decisiones no se basa en un análisis sistemático de la realidad y los diferentes escenarios, utilizando la herramienta necesaria en cada caso, como un plan de viabilidad antes de abrir nuevos puntos de venta, cerrar centros, implantarse en otros países, contratar a más colaboradores… Un plan estratégico básico junto a un plan de acciones concretas y realizables ayudarán a poner orden y alcanzar el objetivo.
4. PROCEDIMIENTO Y CAPACITACIÓN
No se puede olvidar el sistema informático. El operativo de las empresas actuales está ligado a la existencia de software de gestión que cubre las áreas clave del modelo de negocio, como el control de cuentas. La coordinación de las implantaciones informáticas es vital para qué los resultados sean los esperados. Hay que destacar que muchas pymes siguen sin apostar por la formación continuada. Es un gran error. La clave de la gestión es una combinación de buenas prácticas y una buena ejecución. Es necesario contar con un buen equipo con el suficiente conocimiento, que aprenda y que mejore continuamente: desde el dominio del Excel hasta la gestión del tiempo.
También nos encontramos problemas en la falta de metodología. Los equipos tienen que imbuirse de la metodología que les permita ser más eficientes e innovar en la gestión económica de la empresa. Es necesario crear una serie de circuitos administrativos eficientes que ayuden a mejorar la productividad. Y, por último, advertimos en numerosos casos una preocupante falta de comunicación interna de los procedimientos. Para que la información obtenida en los diferentes departamentos de la empresa sea práctica y aporte valor para todos es muy importante que su obtención sea fácil, siendo clave contar con unos procedimientos de trabajo que aseguren tanto la eficacia en la gestión como un control interno adecuado.