“Yo quiero un 5%”
Los expertos debaten acerca de las fórmulas que persiguen buenos rendimientos en este 2014
Cuando el año vislumbra el ecuador, los analistas se detienen y echan cuentas. La situación es incierta. De fondo, la tendencia es alcista. Sin embargo, cunde una sensación de estancamiento, como si los mercados bursátiles estuvieran digiriendo todavía los intensos ascensos del 2012 y, sobre todo, del 2013. Visto desde esa tesitura, los ahorradores se ponen nerviosos: quienes meses atrás habían abandonado el refugio de los depósitos, en busca de mayores rendimientos, observan cómo las cosas continúan sin aclararse.
Así que se plantean preguntas. “¿Lograré sacarle un rendimiento del 5% a mis ahorros en este 2014?”, se preguntan.
Respuestas hay varias, y la mayoría de ellas son positivas. Sin embargo, los analistas coinciden en una conclusión. “Para superar a la inflación y acercarse a ese objetivo del 5%, el ahorrador tiene que cambiar el chip –dice Jaume Puig, director general de GVC Gaesco Gestión–: de entrada, debe dejar de considerarse un ahorrador y convertirse en un inversor ¡A asumir riesgos!”.
El razonamiento es de manual. La renta fija ya no da de sí. Los tipos de interés del BCE se encuentran al 0,25%, y todos los indicadores anticipan que se rebajarán al 0,10% en la reunión del 5 de junio. En España, los depósitos están a años luz de las soberbias rentabilidades del 2011 y el 2012, superiores al 4%. Los fondos garantizados y los de rentabilidad objetivo tampoco arrancan. Así que hay que salir a mar abierto, en busca de los peces.
“Si eres un inversor conservador, difícilmente lograrás ese 5% –dice Víctor Alvargonzález, di- rector de inversiones de Tressis–. Hay que tomar riesgos”.
Tanto Puig como Alvargonzález lanzan un abanico de propuestas. “La renta variable está ahí, preparada para dar el salto –dice Puig–. Pero también hay opciones en los fondos de retorno absoluto (de entrada, el primer objetivo de estos productos es el de no registrar pérdidas; a partir de ahí, pueden buscarse rentabilidades de hasta el 8%). Ahora bien, la renta variable está en una situación complicada: aún debe madurar las subidas del año pasado”.
Puig interpreta que esa digestión está siendo lenta, pero va por buen camino. El Ibex, por ejemplo, se ha aposentado claramente por encima de los 10.000 puntos, y está esperando el momento de avanzar otro escalón y abordar los 11.000.
“Las noticias de base económi-
Los analistas ponen fecha para un salto adelante en la renta variable: el 5 de junio, reunión del BCE Bolsas, bonos de países emergentes y dólar; la clave está en dejar a un lado la renta fija
ca justifican otro salto. Muy difícilmente las bolsas acabarán el año donde están ahora. La digestión está siendo fantástica: con poca volatilidad, sin nervios, con oscilaciones mínimas...”, dice.
Puig habla de las bolsas europeas, “con el Ibex entre ellas, por supuesto”, y también de la japonesa e incluso de las emergentes. “En cuanto al Dow Jones y el S&P, considero que las acciones están en su precio. No se encuentran baratas. Sospecho que ahora tienen menos recorrido alcista”.
Alvargonzález opina que la renta variable se encuentra en la pista de despegue. “Yo creo que la liga de fútbol no ha empezado aún: Ucrania, las dudas del BCE y las subidas de Estados Unidos han frenado el inicio del partido. Pero le pongo fecha: el 5 de junio”. Ese día, Mario Draghi, el presidente del BCE, lanzará un abanico de medidas que podrían encender los motores. Hay que empezar a plantarle cara a la baja inflación: habrá reducción de tipos, puesta en negativo de los llamados tipos Depo (el BCE pagaría a las entidades financieras por guardarles el dinero), quién sabe si un QE... “Si se hace bien, subirán las bolsas. Pero también vamos a ver grandes rendimientos en bonos de países emergentes y en dólares –concluye–. Si Yellen (presidenta de la Fed) sigue recortando su propio QE, y Draghi lanza el plan de estímulos del BCE, entonces veremos cómo el valor del dólar se dispara. Habrá que estar allí”.