Mirar sonidos, escuchar imágenes
Senda presenta la primera exposición individual en España de Glenda León (La Habana, 1976). León emplea muy distintos medios (desde polvo de oro o de moneda machacada hasta uñas postizas para tigresas cazadoras de hombres y dólares) para proponer reflexiones en torno al poder político, religioso o femenino, a los usos y abusos gregarios y a otros aspectos de las relaciones sociales, o también meditaciones existenciales. Se expresa mediante instalaciones, objetos, vídeos, collages y dibujos. Algunas de sus piezas en forma de partitura piden al contemplador que mire silencios, que imagine música o sonidos, que escuche imágenes.
Una parte de su obra se centra en las relaciones entre imagen y sonido. La serie Silencios viejos inclu- ye un pentagrama compuesto por líneas irregulares, hechas de pelo.
Silencio interrumpido es una partitura sin notas y desgarrada, a medio camino entre Joan Brossa y John Cage.
En el vídeo Canalización (2014), que estrena en Barcelona, establece significativos desplazamientos audiovisuales. Por ejemplo, una demostración militar china se ilustra con música religiosa cristiana. Es cierto que la solemne devoción y hasta la adoración antes reservada a los dioses es reclamada por algunos políticos instalados en el poder no precisamente por causa divina.