El medio ambiente como factor de competitividad
Inèdit, un proyecto derivado del Parc de Recerca de la UAB, ayuda a las empresas a incorporar el vector ambiental a sus productos y servicios
Uno de los momentos más difíciles en la vida de los universitarios se produce cuando acaba la carrera –o los estudios de doctorado y máster– y los jóvenes ya formados intentan acceder al mundo laboral. Muchas empresas modernas e innovadoras buscan perfiles de jóvenes universitarios y doctores pero es evidente que, en muchos sectores, la demanda es insuficiente.
El reto de encontrar un puesto de trabajo adecuado después de muchos años de preparación implica tanto a los estudiantes como a los profesores. Superar las dificultades de este paso de la universidad al mercado laboral, más complejo aún a causa de la crisis económica, fue uno de los motivos que hizo posible que en el 2009 varios miembros del grupo de investigación Sostenipra (Sostenibilidad y Prevención Ambiental) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)) pusieran en marcha Inèdit Innovació, una empresa derivada del Parc de Recerca UAB.
Los promotores del proyecto consideraron que la creación de una empresa ayudaría a potenciar los proyectos de investigación con más posibilidades de transferencia al mundo empresarial y, al mismo tiempo, haría posible que algunas de las personas formadas en el grupo Sostenipra continuasen con sus proyectos de forma profesional, explica Jordi Oliver, cofundador y director ejecutivo de Inèdit.
El proyecto Inèdit fue lanzado por 11 miembros de Sostenipra, un grupo que incluye investigadores del ICTA-UAB (Instituto de Ciencia y Tecnología Ambienta- les) y del IRTA (Instituto de Investigación en Tecnología Agroalimentaria), y en una primera fase se puso en marcha con tres jóvenes emprendedores: Jordi Oliver, Carles Martínez y Raúl García. “Nacimos en plena crisis y no conocemos otro contexto que el actual pero el proyecto se está consolidando y ahora somos seis personas en Barcelona y tres más en México, con algunas otras incorporaciones puntuales en función del trabajo”, explica Oliver. En fases posteriores, otros socios-fundadores se fueron incorporando al proyecto una vez terminaron su doctorado, este fue el caso de Ramon Farreny y de Jesús Boschmonart.
Inèdit ofrece servicios de innovación en productos y servicios basados en la integración del vector ambiental como factor de competitividad, con una dedicación especial a los proyectos de ecodiseño. El ecodiseño consiste en considerar criterios ambientales en la fase de diseño, conceptualización y desarrollo de un producto o servicio, con el objetivo de cuantificar y minimizar su impacto ambiental durante todas las fases de obtención de materiales, fabricación, transporte, uso y gestión final.
El diseño y fabricación de una mesa de madera puede ser un buen ejemplo del trabajo de esta joven empresa. Inèdit dispone de instrumentos y metodologías para estudiar los procesos de diseño, fabricación, transporte y mantenimiento de la mesa, con el objetivo de descubrir en qué fase se produce el mayor impacto ambiental e introducir correcciones. “Si detectamos que el mayor impacto se produce en el transporte del producto establecemos y priorizamos el trabajo para que el equipo de diseño se esfuerce por hacer una mesa que se pueda transportar completamente desmontada, como ya hacen empresas como Ikea, mientras que si descubrimos que el problema está en la limpieza propondremos un tipo de superficie que no requiera el uso de grandes cantidades de productos para quitar el polvo”, indica Jordi Oliver.
El trabajo de Inèdit ofrece “una métrica que aporta objetividad a la toma de decisiones en el diseño y ayuda a reducir el impacto ambiental”, amplia el director ejecutivo.
Tras cinco años de trabajo, la cartera de clientes de esta empresa está equilibrada entre el sector público y el privado. En la actualidad, por ejemplo, Inèdit trabaja para la Generalitat en la coordinación de los trabajos técnicos para la redacción de la estrategia catalana de ecodiseño. En el sector privado, explica Oliver, “Inèdit está trabajando, por ejemplo, con empresas del sector agroalimentario, estudiando la huella de car-
Inèdit estudia, por ejemplo, la huella de carbono de la carne de cerdo para poder mejorar la producción
bono de la carne de cerdo con el objetivo de mejorar sus procesos productivos, o con multinacionales interesadas en mejorar la sostenibilidad de sus productos”.
Los estudios del impacto ambiental de los productos o la determinación de la huella de carbono no se han extendido todavía en las pymes de Catalunya pero, en cambio, pueden ser imprescindibles para que algunas de estas empresas se conviertan en suministradoras de grandes multinacionales. Este fue el caso de una empresa textil de Olot, que encargó a Inèdit los estudios sobre la huella de carbono que exigía una gran multinacional interesada en comprar sus productos. “Muchas grandes empresas están decididas a incorporar los factores ambientales en su oferta y extienden esta exigencia a los proveedores”, explica Oliver.
Su director recuerda, como caso singular de su trabajo, que la distinción al mejor proyecto de los premios Diseño para el Reciclaje (otorgados por la Generalitat) correspondió el año pasado al cuchillo Nueva Serie 900, de la empresa Arcos, resultado de un proyecto de ecodiseño en el que participó Inèdit.