Las mansiones urbanas siguen teniendo salida
Se reactiva el mercado de casas ‘prime’ después de reajustar sus precios
Palacetes, grandes mansiones o torres antiguas con jardín. Vivir en una de estas casas en pleno núcleo urbano es difícil, y sobre todo caro. “En Barcelona las casas unifamiliares con jardín son una rareza que se está agotando, queda alguna en el barrio del Putxet, también en el casco Antiguo, Avenida Tibidabo o el Eixample, pero las zonas más codiciadas como residencia familiar son Les Tres Torres y Pedralbes”, opina François Carriere, presidente de Coldwell Banker para España. Esta inmobiliaria, especializada en residencias de alto standing, intermedió en la venta de la casa de la Infanta Cristina en Pedralbes y, recientemente, en la de Gerard Piqué en la avenida Pearson, que con una superficie habitable de 1.500 m2 y una parcela de 4.000 m2, se materializó en solo tres días por 5 millones de euros, “un precio muy inferior a su valor de mercado debido al interés del ven- dedor en agilizar la operación”, señala Carriere, quien afirma que el sector de este tipo viviendas se mueve en parámetros distintos al del mercado inmobiliario general. “Los clientes son grandes fortunas internacionales, nosotros tenemos sus contactos y el know how para gestionarlo”. SE AGILIZAN LAS VENTAS El momento que vive Coldwell Banker respecto al negocio de este tipo de propiedades es muy dinámico, “en los últimos meses se están cerrando muchas de las operaciones que llevaban años paradas y las que no se venden es que están fuera de precio”, explica Carriere. Ahora una mansión en Pedralbes con jardín de 1.500 m2 puede encontrarse por 3 o 4 millones de euros, y a partir de los 6 millones si la parcela es mayor.
“Los precios han bajado un 35%, y el mercado está reabsorbiendo el stock”, dice Pilar Viscasillas, cuya inmobiliaria, fincas Viscasillas, con más de 38 años de experiencia en el sector residencial de la zona alta de Barcelona, se mueve con soltura entre la clientela local, conoce bien las grandes familias de empresarios catalanes que durante los años de crisis han tenido que soltar lastre, reducir gastos fijos y vender sus propiedades, “las mansiones con jardín las hemos estado vendiendo también en tiempos de crisis –añade– durante aquellos años incluso teníamos una mayor oferta que ahora, pero las seguimos vendiendo siempre que su precio se ajuste al mercado, de lo contrario la operación es inviable”.
EL BOCA A BOCA TAMBIÉN FUNCIONA
Hay otras piezas tan buscadas, que apenas llegan a las agencias y, si llegan, ni tan siquiera necesitan anunciarlas en su web, porque el cliente está siempre asegurado. Son torrecitas menores construidas a principios del siglo XX, entre medianeras, de planta baja y piso y con un pequeño jardín detrás. Son propiedades muy codiciadas que pueden encontrarse, a partir de un millón de euros, en el denominado triángulo del oro: Mayor de Sarrià y la parte alta de Bonanova. La mayoría, totalmente destrozadas u obsoletas, requieren una reforma integral para, conservando la fachada, hacer interiores diáfanos y dotarlas de las comodidades contemporáneas, lo que supondrá un coste mínimo de 800.000 euros.
“En los últimos meses se están cerrando muchas operaciones que llevaban años paradas”