Cautela europea
Los fondos de la zona euro ganan un 14%, pero miran el futuro con temores
El susto de la crisis china no ha pasado desapercibido para la renta variable europea, aunque el impacto ha sido moderado. Las casas de análisis no se han atrevido a formular pronósticos pesimistas ya que las derivaciones de esta inesperada depreciación del tipo de cambio del yuan son bastante complejas. El entramado de los mercados de divisas, de los precios de las materias primas, de la reacción de los mercados y de las economías emergentes y, como trasfondo, los riesgos que puedan derivarse de la subida de tipos de interés en Estados Unidos, que se considera segura para finales de año (septiembre o quizás diciembre), no han puesto las cosas fáciles a los encargados de elaborar previsiones económicas. Y mucho menos bursátiles.
Los fondos que invierten en la zona euro, y de modo concreto en la renta variable, llevan acumulada este año una rentabilidad media del orden del 14%. Es uno de los mejores resultados de los que ofrecen los fondos de inversión, con la única excepción de Japón, pero los horizontes que se abren a la renta variable son algo más inciertos que en los últimos meses.
De hecho, el Fondo Monetario Internacional acaba de confir- mar hace días que el PIB de la eurozona no mejorará más allá del 1,5% este año y apenas un 1,6% en el 2016, rendimientos bastante mediocres en comparación con las expectativas que se habían lanzado a principios de enero. La crisis griega primero, aún no resuelta en su plenitud, y ahora las sombras que arrojan los nuevos escenarios interna- cionales, pueden pasar factura a algunas empresas europeas. Algunas de ellas ya están revisando a la baja sus proyecciones para este año, habida cuenta de que las exportaciones a China van a ofrecer resultados menos brillantes de los esperados. Y tampoco el vasto mundo de las economías emergentes ofrece mejores resultados.