El fomento de la eficiencia energética
La energía es un factor clave en cualquier ámbito (industrial, transporte, residencial, terciario...) pero de forma más relevante para las empresas industriales, dado que en algunos subsectores industriales los costes energéticos pueden llegar a representar el 50% de los costes totales.
En este sentido se hace más que evidente la necesidad de emprender medidas para reducir el consumo energético, medidas que se engloban de forma genérica sobre la etiqueta de “eficiencia energética”.
Por este motivo, la Unión Europea definió el objetivo 20/20/20, razón por la cual ya hace años que trabaja para fomentar la eficiencia energética entre los estados miembros con el fin de alcanzar un 20% de ahorro antes del 2020.
La directiva europea 2012/27/EU dibuja un marco común de medidas para el fomento de la eficiencia energética dentro de la UE y la transposición de esta directiva traslada obligaciones en materia de auditorías energéticas a muchas empresas, especialmente las industriales, con un mayor consumo energético.
En el estado español, esta directiva se tiene que invertir durante el año 2015. En este sentido se ha desarrollado un proyecto de real decreto que establece una serie de obligaciones, como son las indicadas en el artículo 8 que hace referencia a las auditorías energéticas y sistemas de gestión energética y se aplica a grandes empresas que ocupan a más de 250 personas y su volumen de negocio anual excede los 50 millones de euros.
El 5 de diciembre del 2015 es la fecha límite por qué las grandes empresas se sometan a una audi- toría energética, que cada cuatro años se irá repitiendo. La Unión Europea propone dos alternativas: o realizar una auditoría energética que cumpla las directrices mínimas con personal acreditado, o aplicar un sistema de gestión energética o ambiental que incluya una auditoría energética.
Pero el retraso en la transposición puede dificultar e incluso impedir el cumplimiento de estas obligaciones. El Clúster de Eficiencia Energética de Catalunya (CEEC) denuncia esta situación, consecuencia del bloqueo que el marco normativo estatal impone al sector de la eficiencia energética y que dificulta su desarrollo. Un ejemplo es el real decreto sobre autoconsumo del Gobierno de España que penaliza la aplicación de criterios de eficiencia energética basados en el uso racional de las energías renovables y de la generación distribuida. En este contexto, desde el CEEC se impulsó un manifiesto, al cual se sumaron más de 25 entidades diferentes del sector energético de todo el estado, con el fin de denunciar que este proyecto de RD es un obstáculo para el desarrollo de un sector energético democrático, sostenible, de baja producción de carbono, de generación distribuida e independiente de los intereses que no se basen exclusivamente en criterios medioambientales, sociales y de eficiencia energética en España.
El Clúster de Eficiencia Energética de Catalunya apoya todas las iniciativas en esta línea y se mantiene activo en la defensa de la mejora de la eficiencia energética.