Jugando a hacer coches
De modelar su propio coche a escala real con porexpan y fibra de vidrio a poner a la venta un súper deportivo de 200.000 euros. Esta es la magnífica historia de Arash Farbound, un británico de origen iraní, que de regreso de las 24 horas de Le Mans de 1998, donde se quedó prendado del Porsche 911 GT1, decidió hacer su propia réplica.
Un proyecto que finalizó con el soporte de la ayuda financiera de la empresa farmacéutica familiar y cuyo resultado levantó admiración en el Autoport Show. Era un coche inviable pero su segundo proyecto, ya con el nombre Farbound, el GTS, sí que llegó a pisar la carretera. Lo vendió a un fondo de inversión que le cambió el nombre por el de Farbio GTS y que finalmente comercializó Ginetta como F400.
Esa venta fue el espaldarazo económico para crear Arash Motor Company y empezar un proyecto serio partiendo de cero. Primero fue el AF10, un prototipo que tuvo excelentes críticas, y que en el fondo no dejaba de ser un ensayo para lo que sería el definitivo Arash AF8 que se presentó ahora hace un año. Y 365 días después el Arash AF8 empieza la comercialización de las 25 unidades previstas. Y lo hace después de haber participado en la parada previa de las 24 Horas de Le Mans del 2015. Dieciocho años después, Arash Farbound y su AF8 eran los protagonistas de las miradas, como en su día lo fue el Porsche 911 GT1, el culpable de todo.
Si un coche fue el que inspiró su sueño, en las líneas del Arash AF8 también pueden verse influencias aerodinámicas de los más modernos deportivos. Así McLaren y Ferrari han dejado su herencia estilística sobre la carrocería de fibra de carbono del AF8. Unos materiales ligeros que se han utilizado en todo el coche junto al aluminio para dejar el peso total del coche en unos ajustados 1200 Kg. Y estéticamente no puede negarse su agresividad. Con un morro corto y con toda la parte motriz por delante del eje posterior, el habitáculo parece querer esconderse en una carrocería que apenas supera el metro diez de altura. Para solucionar el acceso, o “descenso”, al coche con esta altura tan limitada, Arash ha optado por diseñar unas puertas de apertura vertical. Un pequeño alerón posterior y las dimensiones de los neumáticos traseros garantizan, al menos visualmente, un excelente agarre al asfalto.
La potencia llega de un motor LS7 de origen Chevrolet, un propulsor de ocho cilindros en V de siete litros, que de serie entrega 505 CV, pero que con una opción de preparación de la propia Arash permite alcanzar los 550 CV gracias a una toma de aire y escapes especiales. Esta potencia junto al peso contenido ya es indicativo de excelentes prestaciones; de 0 a 100 en 3.5 segundos y una velocidad máxima cercana a los 320 Km/h.
Las 36 primeras unidades del Arash AF8 se comercializarán en el color amarillo con que se ha dado a conocer el coche en los últimos certámenes. Aunque si el cliente lo desea se le puede entregar sin pintar dejando a la vista la fibra de carbono que viste a este nuevo súper deportivo británico.