La cultura como motor económico
Un estudio elaborado por la consultora Ernst & Young manifiesta que el sector de la cultura en los países de la Unión Europea da trabajo a más de siete millones de personas, lo que significa un porcentaje del 3,3% del total de los asalariados del mercado global, convirtiéndose en la tercera industria que más empleo genera en los 28 países, además de contar, tomando en consideración la gigantesca tasa de desempleo entre los jóvenes, con el 19% de trabajadores que no superan los 30 años.
Mientras el empleo caía de manera espectacular en el último lustro en el mercado laboral europeo, en el periodo 2008-2012 la industria de la cultura aumentó sus puestos de trabajo en un 0,7%, estimándose que en los próximos años el volumen de ocupados del sector podría dispararse hasta los 10 millones de empleos netos, lo que haría que creciese casi un 33% respecto a los datos actuales.
La facturación anual del mundo de la cultura en la Comunidad Económica Europea suma 536.000 millones de euros, lo que da idea de la potencia de un sector penalizado con el elevado IVA en nuestro país que castiga al teatro y al cine con un porcentaje del 21% y algo menor para determinadas transacciones del mercado artístico, mientras las publicaciones pornográficas únicamente pagan el 4% del Impuesto sobre el Valor Añadido.
Que la cultura es un motor económico primordial en los países desarrollados es algo que queda palmariamente demostrado con las cifras que se exponen en los párrafos anteriores de este artículo, pero no es únicamente valorable el hecho cultural por la cifra de negocio que maneja, sino que también es fundamental por su importancia para educar en valores de respeto a la diferencia y solidaridad.