El debate interno de la economía
Un movimiento internacional impulsa una campaña a favor de una enseñanza más plural
Vivimos una época de constantes conflictos políticos y sociales. Personas que salen recurrentemente a la calle para ejercer sus derechos y reivindicar su disconformidad con lo establecido. Con ganas de cambiarlas cosas, sólo así avanza la sociedad. Con este fin se han ido reuniendo, desde hace más de un año, potenciales economistas de las más diversas naciones y han esbozado un llamamiento internacional a favor de una enseñanza pluralista, un planteamiento crítico y una conexión directa con la realidad. En conjunto, son más de 82 grupos procedentes de 31 países distintos que se han unido a la Iniciativa Estudiantil Internacional por el Pluralismo en la Economía (conocido en inglés con las siglas de Isipe) bajo el lema “No sólo el mundo está en crisis, también lo está su economía.”
Según Santiago Niño-Becerra, Catedrático de Estructura Económica de IQS School of Management, “precisamente la crisis en la que el planeta está inmerso está barriendo las doctrinas anteriores”. Lagran recesión ha puesto en jaque tanto la economía comosudocencia y los estudiantes, avalados por economistas de renombre internacional como Thomas Piketty, HaJoon Chang o Victoria Chick, han llevado a cabo su particular rebelión en las aulas. De Melbourne a Nueva York, pasando por Barcelona y con sede en Manchester.
Una gran diversidad de estudiantes de Economía han dado un paso adelante en aras de un mayor pluralismo teórico, metodológico e interdisciplinario en unos estudios que consideran que se rigen por el prisma neoclásico. “Noentien dodemasiado bien a qué se refieren con pluralismo. Pueden haber elementos ideológicos en el énfasis que cada profesor pone en un tema pero en principio, un programa riguroso debe tener un enfoque neutral” explica Jordi Galí, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra y Director del Centre de Recerca en Economía Internacional (CREI). “La carrera está enfocadaa una economía capitalista o de mercado porque es la de nuestro entorno y esto no hay que entenderlo como un sesgo ideológico ya que investigamos sus debilidades para mejorarlo” añade de nuevo Galí. Más crítico se muestra Gonzalo Bernardos, profesor titular de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona, quien afirma que “el liberalismo se ha integrado en el ADN dela docencia económica y de la sociedad.” Parece que no es sólo la economía mundial la que está en crisis, también lo está una enseñanza a la que se le recriminan excesivos supuestos y simplificaciones para resolver modelos económicos, sin mentalidad crítica, mediante métodos matemáticos. El mismo Gonzalo Bernardos, explica “desafortunadamente, el mejor economista es ahora mismo un buen matemático. Se prepara a los estudiantes para publicar artículos en lugar de en señarlesa atender necesidades sociales”
La “rebelión en las aulas” no tiene vuelta atrás y es precisamente entre el profesorado donde hay mayores puntos de discrepancia, aunque suelen coincidir, en menor o mayor grado, en la voluntad de hacer autocrítica de la docencia que imparten. “No estoy de acuerdo con el problema estructural de la docencia pero sí que es verdad que hay muchas cosas a mejorar. Hay que ofrecer mecanismos y métodos que permitan discutir contenidos” explica Germà Bel, catedrático de Política Económica de la Universidad de Barcelona. Según Santiago Niño-Becerra “faltan mayores dosis de análisis y de síntesis, potenciar la crítica, introducir mayor exigencia vocacional y más práctica.” Sin embargo las intenciones son claras pero el camino más complejo de lo que parece. El mismo Bel nos alerta que “discutir sobre pedagogía implica discutir sobre intereses privados, es decir, contratos, horarios o reducción de plantilla.”
En la misma medida que la Guerra Fría, el mundo académico de la economía parece estar dividido en dos grandes bloques y entre ellos, un sinfín de matices y posiciones conciliadoras. Un frente defiende la pluralidad del modelo técnico actual, con el predominio del análisis científico en detrimiento del debate ideológico, bajo el firme propósito de objetivizar la realidad económica. Al otro lado del tablero, un grupo de inconformistas que buscan romper con las formalidades matemáticas para reivindicar una ciencia más social, donde la Economía dé respuesta al conjunto de las necesidades humanas.
Amenudo se advierte, con tono humorístico, a los estudiantes de Economía que serán los encargados de resolver la presente crisis y las que sigan a la gran recesión. Son los políticos, asesores, consejeros, banquero syempre sarios del mañana y aunque todavía no parecen tener todas las herramientas disponibles, sí poseen fuerza e ilusión necesarias para hacer temblar los pilares de la Economía y su docencia. Parafraseando al economista británico John Maynard Keynes, “el gran economista tiene que ser un matemático, un historiador, un estadista y un filósofo (en cierto grado). Tiene que comprender los símbolos y hablar con palabras corrientes. Tiene que estudiar el presente a la luz del pasado y con vistas al futuro.” ¿La Economía al servicio delas persona solas personas al servicio dela Economía? El debate está servido.
La carta abierta de Isipe está formada por 82 grupos de estudiantes de 31 países distintos Thomas Piketty, Ha-Joon Chang y Victoria Chick avalan la iniciativa estudiantil por el pluralismo