La clave, rotación
Buscar rentabilidades en el amplio abanico de productos financieros se ha convertido en una tarea cada vez más complicada, entre otras cosas porque la dicotomía entre renta fija y renta variable ha saltado por los aires. Ni la renta fija tiene los atributos de seguridad que antes se le asignaban ni la renta variable es una fuente inagotable de beneficios, cuya intensidad está ligada a las variables macroeconómicas más convencionales.
“Los inversores –dice Raman Srivastava, responsable de inversiones en Standish BNY Mellon– deben esforzarse más para encontrar valor y renta, explorando un universo cada vez más amplio de oportunidades de inversión globales y diversificando sus carteras allí donde sea necesario”.
Para encontrar buenas oportunidades de rentabilidad es conveniente, según muchos analistas y gestores, aplicar un enfoque activo, cada vez más activo, de selección así como una mayor rotación por países, sectores y valores individuales.
La rotación de las inversiones es posiblemente la clave más oportuna aplicable a las circunstancias actuales del mercado. Un vistazo a los fondos de inversión que triunfan en las bolsas internacionales pone de relieve hasta qué punto hay diversidad de destinos en la selección de buenas inversiones. Una selección que no tiene por qué ser estática sino que requiere un alto grado de oportunismo según las circunstancias.
Ahora mismo ocupan puestos destacados los valores relacionados con la medicina y la salud, los especializados en compañías con alta rentabilidad por dividendo y los fondos que invierten en renta variable japonesa o asiática. Todo el abanico de oportunidades está abierto para los gestores y para los inversores particulares. La cuestión es elegir en cada momento al gestor que sea capaz de mover sus piezas en el tablero global de las oportunidades de inversión para extraer la máxima rentabilidad con criterios de medio plazo.