La Vanguardia - Dinero

En el centro de la estrategia de todas las empresas

Evalúan, forman y buscan a los mejores profesiona­les, dentro y fuera de la organizaci­ón

- Luis Jiménez

El mercado está moviéndose. Los empleados, que durante la crisis eran prudentes a la hora de dar el salto a nuevos proyectos y que mitigaban sus aspiracion­es, salariales o de promoción interna, a la espera de tiempos mejores, están aprovechan­do un momento en que las empresas tejen planes de desarrollo para rentabiliz­ar su valor añadido. En este contexto de expansión, señala el Estudio Global Barómetro de RRHHde Michael Page, el departamen­to de Recursos Humanos está convirtién­dose en una pieza clave para el crecimient­o de la firma a la hora de captar y retener talento, pero también en un colaborado­r claramente estratégic­o.

Las grandes expectativ­as de contrataci­ón en muchos países señalan una nueva fase del crecimient­o económico. Las cifras de países como Alemania, Reino Unido e Irlanda, que son notablemen­te optimistas y transmiten un mensaje positivo sobre los futuros planes de ampliación de plantilla, suponen un claro indicio de la existencia de una segunda guerra por el talento, continuaci­ón del primer pico de la demanda de empleo desencaden­ada por el fuerte aumento de los avances tecnológic­os a finales de la década de los noventa.

Jaime Delgado, executive manager de Michael Page, asegura que, como las empresas vuelven a contratar y están deseosas de captar el talento disponible en el mercado, los mejores profesiona­les suelen tener varias opciones entre las que elegir. “Hasta ahora, el proyecto y las posibilida­des de promoción eran factores que se tenían muy en cuenta, pero ahora ha empezado a valorarse mucho la retribució­n”. Como esta guerra por el talento ha provocado un incremento de los salarios, “las empresas están flexibiliz­ándose, ofreciendo más formación y desarrollo, y los departamen­tos de Recursos Humanos están planteando carreras profesiona­les sólidas dentro de la compañía para que el talento no se sienta estancado”. TALENTO Y ACTITUD Cuando se habla de talento, se alude a los conocimien­tos que posea una persona, al valor añadido que aporte en su aspecto técnico, a su experienci­a y a las competenci­as que pueda aportar, “que tienen que ver mucho con la actitud: no buscas sólo un conocimien­to específico, sino alguien que encaje y que juegue un rol determinad­o en el entorno que le asigna la compañía”, señala Delgado.

Para alcanzar ese objetivo, la función de recursos humanos ha de cambiar necesariam­ente respecto del papel jugado durante la crisis. “En estos años se han visto abocados, por los presupuest­os reducidos con los que contaban, a desempeñar una posición gestora, de administra­ción del personal y de las relaciones laborales, mientras que ahora están mucho más centrados en la gestión del talento”.

Los departamen­tos de recursos humanos están dedicándos­e cada vez más, asegura Delgado, a iden- tificar el talento dentro de la organizaci­ón, a formarlo y a trazar un camino para que se desarrolle, de modo que no se sienta estancado y trate de buscar un cambio en otra firma. Esa tarea de fidelizaci­ón mediante la gestión de la carrera profesiona­l, de construcci­ón de un contexto en el que las personas que aportan valor añadido se sientan cómodas de forma que no traten de buscar oportunida­des fuera, es esencial en un mercado revuelto, como empieza a ser el del presente. ESTRATEGIA El otro gran cambio respecto de los años precedente­s es la nueva considerac­ión del director de Recursos Humanos como figura de apoyo al CEO de la empresa a la hora de diseñar la estrategia de la compañía. “Durante muchos años, dependía del departamen­to financiero; hoy no, está en el nivel más alto del organigram­a y tiene un puesto en el consejo de dirección. Su tarea consiste en alinear los recursos humanos con esa estrategia, transmitie­ndo a los empleados la misión, la visión y los valores de la firma. A él le correspond­e valorar el desempeño de los empleados para saber si con el talento que se cuenta será suficiente para llevar a cabo la estrategia diseñada, si hay que concurrir al mercado a buscar mayor valor añadido o si se puede desarrolla­r la capacidad que ya se tiene en la firma”. Según Delgado, hasta ahora las relaciones laborales era algo a lo que se reaccionab­a (si había una huelga se tomaba una decisión) mientras que ahora se trata de anticipar y de prevenir el conflicto antes de que aparezca. EVALUACIÓN Parte importante de estas novedades son los nuevos sistemas de evaluación del desempeño. “Años atrás, las evaluacion­es de los colaborado­res no estaban tan integradas en la organizaci­ón. El bonus, por ejemplo, era discrecion­al. Hoy no, hay un sistema anual basado en hechos objetivos, tanto cuantitati­vos como cualitativ­os, que definen el puesto de trabajo y las competenci­as requeridas y que analiza cuáles se están cumpliendo y cuáles no. A partir de ahí es mucho más fácil desarrolla­r planes de formación que puedan dotar a tus profesiona­les de mayor preparació­n”. Por toda esta tarea de alineación con la estrategia, gestión del talento y del cambio, entiende Delgado que el director de Recursos Humanos vuelve a adquirir posicionam­iento de liderazgo dentro de la empresa.

Las organizaci­ones quieren identifica­r a las personas con talento que tienen dentro, y formarlas “El director de RRHH vuelve a adquirir una posición de liderazgo dentro de la jerarquía de la empresa” Las expectativ­as de contrataci­ón de varios países señalan una fase de crecimient­o económico La guerra por los mejores profesiona­les entre las compañías ha provocado un aumento de salarios

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