El riesgo de la paz comienza en marzo del 2016
El acuerdo entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC se firmará como muy tarde en marzo del 2016. Seis meses es el plazo anunciado el miércoles en La Habana por el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias
Timochenko, que también ratificaron el preacuerdo sobre el espinoso punto de las negociaciones de Cuba referido al procesamiento de los guerrilleros por los tribunales de justicia. La histórica reunión no se hubiera producido si el proceso no fuera irreversible. Los estudios sobre el impacto de la paz en la economía son dispares y difíciles de contrastar, ya que el país lleva más de medio siglo en conflicto armado y no existen estudios comparativos. Uno de los efectos de la desmovilización de las FARC será la abrupta disminución de un gasto tan poco productivo como el militar, lo que liberará al gobierno de un gran presupuesto para invertir en otros sectores. Además de proyectos propiamente hoteleros o turísticos, también se prevén inversiones en infraestructuras, como la modernización de 58 aeropuertos. El gobierno ya ha puesto en marcha un programa piloto, denominado “Turismo, paz y convivencia” para desarrollar cuatro enclaves hasta hace poco dominados por guerrilleros o paramilitares: la Ciudad Perdida de la Sierra Nevada de Santa Marta (Magdalena), la serranía de la Macarena (Meta), Valle de Guamuez (Putumayo) y el caribeño golfo de Urabá, en la frontera con Panamá. Cuando se firme el acuerdo de paz se hará más verdad que nunca el eslogan que Colombia popularizó hace unos años para atraer turistas extranjeros y combatir la imagen de inseguridad: “El riesgo es que te quieras quedar”.