Cuidado con fiarlo todo al consumo
En términos de coyuntura es una buena noticia que el consumo tire de la economía porque el consumo es lo último que se pone en marcha después de una crisis y es también lo último en detenerse”, según el economista Enric Llarch. Por eso, a priori, que la campaña navideña se presente con esperanza es una buena noticia para la economía, pero después de la crisis vivida los economistas piden estar alerta y no caer en los errores del pasado.
El buen comportamiento del consumo desde hace un año y medio ha devuelto el patrón de creci- miento previo de la economía española en el que la contribución al PIB (producto interior bruto) por crecimiento de la demanda interna (básicamente consumo privado y público e inversión) es positivo mientras que la demanda externa resta al PIB.
¿Puede mantenerse durante mucho tiempo el crecimiento de la economía española basado en la demanda interna como en el pasado? Llarch contesta que lo primero que hay que hacer es diferenciar el modelo de crecimiento anterior a la crisis, que estaba soportado en parte en la adquisición de viviendas, del que se produce hoy en día. “Ahora el consumo se apoya en la mejora de las expectativas sobre la economía y en la demanda de productos retenida y no satisfecha durante la crisis”, dice Enric Llarch. Por lo tanto, el economista avisa que si de aquí a un año y medio se sigue manteniendo este mismo patrón de crecimiento sí que sería preocupante.
El catedrático de economía aplicada de la UAB, Josep Oliver, señala que “en esta fase todo lo que lleve al crecimiento económico será bienvenido” pero advierte del elevado endeudamiento de España con el exterior. Oliver recuerda que la deuda externa de España (pública y privada) medida como posición neta de inversión internacional es del 94,4% del PIB mientras que la Comisión Europea recomienda que ese porcentaje sea de como máximo el 35%. El problema es que la única manera de reducir el porcentaje y que las empresas españolas se desendeuden es con un aumento de las exportaciones superior a las importaciones. Para Oliver, aparte del mercado de trabajo y de la alta cifra de paro, el mayor nubarrón de la economía española es precisamente “la deuda externa porque está muy elevada”.
El director del servicio de estudios de la Cambra de Comerç, Joan Ramon Rovira, indica que “si tienes un modelo de crecimiento apoyado en la demanda interna acabas teniendo un saldo por cuenta corriente negativo”. La razón es porque en un entorno de crecimiento exponencial de la demanda pueden acabar aumentando las importaciones (porque los consumidores quieran comprarse iPhones y coches japoneses, por ejemplo), disparando las importaciones por encima de las exportaciones, con incremento la deuda externa. Si importas más de lo que exportas generas un déficit que sólo se puede financiar endeudándose.
Rovira sentencia que “si todo este proceso fuera acelerando podríamos acabar teniendo el mismo patrón de crecimiento desequilibrado que se ha visto en el pasado”.
El modelo de crecimiento basado en el gasto debe completarse con el sector exterior