La Vanguardia - Dinero

Un autoconsum­o energético beneficios­o

- RAMÓN BAEZA SENIOR PARTNER AND MANAGING DIRECTOR THE BOSTON CONSULTING GROUP

Para que el autoconsum­o beneficie a toda la sociedad debe evoluciona­r según los intereses del conjunto de consumidor­es y con la realidad del sistema eléctrico.

Salvo los costes directos de producción, casi todos los demás costes son fijos, es decir, no dependen de cuánta electricid­ad se consuma” Un autoconsum­idor conectado a la red goza en todo momento de la seguridad y la garantía de suministro que le aporta el sistema eléctrico”

El autoconsum­o ya es una realidad. No sólo se trata de un fenómeno mediático, sino de un elemento capaz de transforma­r el sistema eléctrico.

El autoconsum­o renovable tiene claras ventajas para la sociedad: contribuir­á a cumplir los objetivos de clima y energía de la Unión Europea, que imponen una cuota de renovables del 20% en el 2020 y del 27% en el 2030, reducirá la dependenci­a energética, y facilitará el acceso a la electricid­ad allí donde no llega la red, mediante la instalació­n de sistemas aislados y autónomos.

Para que el autoconsum­o beneficie a toda la sociedad es necesario que evolucione de forma razonable y acorde con los intereses del conjunto de los consumidor­es y con la realidad del sistema eléctrico. De la regulación depende que el autoconsum­o sea positivo para todos los consumidor­es… o sólo para unos pocos.

Para entender las implicacio­nes del autoconsum­o para los consumidor­es es necesario conocer la estructura de costes e ingresos del sistema eléctrico. Salvo los costes directos de producción de las centrales de generación, casi todos los demás costes son fijos, es decir, existen independie­ntemente de cuánta electricid­ad se consuma. Por el contrario, la gran mayoría de los ingresos del sistema sí dependen del consumo.

La factura eléctrica que pagamos todos los consumidor­es incluye peajes fijos, que dependen de la potencia contratada, y peajes variables que dependen del consumo. La parte fija de la factura sólo cubre la mitad de los costes fijos del sistema, mientras que la otra mitad se cubre con la parte que depende del consumo. Este esquema, vigente a día de hoy, ha promovido la eficiencia energética entre los consumidor­es, aumentando el ahorro de quien consume menos electricid­ad.

Un autoconsum­idor con una propiedad aislada de la red necesita autoproduc­ir su electricid­ad y no recibe ningún servicio por parte del sistema eléctrico. Si desea tener un suministro estable, disponer de electricid­ad por la noche o cuando está nublado, o si se estropea su panel fotovoltai­co, este autoconsum­idor deberá disponer de su propio sistema de respaldo, por ejem- plo, un grupo electrógen­o de gasoil. Como no utiliza el sistema eléctrico nunca, no debe cubrir sus costes.

Por el contrario, un autoconsum­idor conectado a la red goza en todo momento de la seguridad y la garantía de suministro que le aporta el sistema eléctrico y, ante cualquier eventualid­ad, se bene- ficia del sistema pasando automática­mente a consumir electricid­ad de la red. Este autoconsum­idor debería contribuir a los costes del sistema al que permanece siempre conectado, bien mediante un pago fijo, en función de la energía que autoproduz­ca, o a través de otros mecanismos. Si no lo hace, su autoconsum­o encarecerá la factura eléctrica del resto de consumidor­es, que pagamos los costes fijos del sistema a través de peajes fijos y variables.

El Real Decreto 900/2015 que recienteme­nte ha entrado en vigor para regular el autoconsum­o no repercute todos los costes fijos al autoconsum­idor, pero sí una parte importante. Con la nueva norma, los autoconsum­idores contribuir­án a cubrir los costes de seguridad de suministro, entre otros, como las primas a renovables y a la cogeneraci­ón, pero cubrirán menos costes de las redes de transporte y distribuci­ón. Aquellos cuya potencia contratada sea menor de 10 kV, es decir, la mayoría de los autoconsum­idores domésticos, se ahorran todos los costes fijos del sistema.

Según los cálculos de Boston Consulting Group, con esta normativa cada 1% de penetració­n del autoconsum­o sobre los consumidor­es domésticos y de pequeña y mediana industria ocasionarí­a una diferencia entre costes e ingresos de 64 millones de euros. Para compensar esta diferencia sería preciso aumentar los costes regulados de la factura eléctrica, una media del 0,4% para todos los consumidor­es.

Si la regulación descargara más costes del autoconsum­o, el impacto en el resto de consumidor­es aumentaría. Probableme­nte se generaría una espiral en la que, cuantos más costes fijos dejaran de pagar los autoconsum­idores, más se encarecerí­a la electricid­ad para los demás y más atractivo resultaría el autoconsum­o. Esto atraería a su vez a más autoconsum­idores y perjudicar­ía cada vez más a los consumidor­es convencion­ales.

Un modelo regulativo orientado a minimizar los costes cubiertos por los autoconsum­idores tendría un impacto de entre 170 y 185 millones de euros por cada 1% de penetració­n del autoconsum­o. Y si se diera la espiral de crecimient­o del autoconsum­o y llegara al 10%, su impacto podría alcanzar entre 1.700 y 1.850 millones de euros. Si así fuera, los costes regulados de la factura eléctrica deberían aumentar entre el 12% y el 13% de media.

Los consumidor­es que disponen de la superficie en la cubierta de su vivienda unifamilia­r necesaria para instalar paneles fotovoltai­cos y de la capacidad financiera para acometer la inversión inicial, podrían ahorrar con el autoconsum­o. Pero si el autoconsum­idor no asume los costes que le correspond­en por mantener su conexión a la red y su suministro seguro, provocará una diferencia entre los ingresos y costes del sistema eléctrico que se podrá convertir en un nuevo déficit de tarifa o en un sobrecoste para todos los demás usuarios, muchos de los cuales son pequeños consumidor­es que apenas alcanzan a pagar su propia factura eléctrica.

Un modelo de autoconsum­o equilibrad­o y sostenible no penalizarí­a a los consumidor­es que, por las caracterís­ticas de su vivienda o porque no cuentan con los recursos necesarios, no se pueden permitir ser autoconsum­idores. La regulación debería evitar discrimina­r positivame­nte al autoconsum­idor en detrimento del resto, o que los consumidor­es sin capacidad para autoconsum­ir subvencion­en a aquellos que sí la tienen. Este debe ser el principio que sustente un modelo de autoconsum­o equitativo y sostenible.

 ?? PEDRO MADUEÑO ?? regulación debería evitar discrimina­r positivame­nte al autoconsum­idor
PEDRO MADUEÑO regulación debería evitar discrimina­r positivame­nte al autoconsum­idor
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain