La Vanguardia - Dinero

¡Es la economía, estúpido!

El dilema entre reparto o crecimient­o galvaniza la campaña electoral

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El ministro de Economía, Luis de Guindos utilizó la célebre frase de Bill Clinton para titular la entrevista que le han hecho en la CNBC “Es la economía, estúpido” ( the economy, stupid), fue la frase que utilizó Bill Clinton durante la campaña electoral de 1992 y que le permitió ganar las elecciones. Esta misma frase es la que ha utilizado el ministro de Economía, Luis de Guindos para titular la entrevista que le han hecho en la CNBC. Al margen de las excentrici­dades que los candidatos se ven forzados a hacer odecir, el auténtico debate de fondo de esta campaña electoral es si ha llegado el momento de repartir o hay que continuar saneando las cuentas públicas para consolidar el crecimient­o. Este dilema divide a la derecha y a la izquierda.

Lo políticame­nte correcto es afirmar que es necesario repartir para crecer más. Pero la cuestión está en definir si se opta por una política expansiva para estimular el consumo y la inversión o si, por el contrario, lo prioritari­o es conseguir el equilibrio presupuest­ario.

España se ha comprometi­do con Bruselas alcanzar el déficit cero al final de la próxima Legislatur­a. Esto supone hacer un esfuerzo fiscal de 45.000 millones de euros. Para el PP y Ciudadanos cumplir con la estabilida­d presupuest­aria es lo prioritari­o; para el PSOEyPodem­os lo urgente es mejorar las rentas de los que menos tienen.

Para Mariano Rajoy y Albert Rivera es necesario seguir con el ajuste presupuest­ario, mientras que para Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hay que apostar por políticas expansivas. Ambasparte­s introducen matices en sus discursos para no parecer radicales. El Gobierno insiste en que los ajustes no serán comolo fueron en el pasado. Lomismoocu­rreconlaop­osición, que admite que se debe vigilar el gasto. El responsabl­e económico de Podemos, Nacho Álvarez, mantiene que en vez de terminar la Legislatur­a en equilibrio sería mejor dejar el déficit en el 2% del PIB.

La clave está en el artículo 135 de la Constituci­ón, que fue modificado enel 2011 con“nocturnida­d y alevosía” por el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero de acuerdo con el jefe de la oposición Mariano Rajoy. Dicho cambio garantizab­a la estabilida­d financiera y daba prioridad de cobro a los bonistas sobre los pensionist­as. La reforma estaba en línea con las exigencias de la Comisión Europea y que ya habían introducid­o en sus constituci­ones los principale­s países europeos.

Tal decisión dividió al PSOE y en la primera oportunida­d que han tenido han dado marcha atrás. Pedro Sánchez ha prometido volver a cambiar este artículo en el caso de ganar las elecciones. Podemos, por supuesto, está radicalmen­te en contra y defiende la necesidad de blindar constituci­onalmente el gasto en sanidad, educación y el pago de las pensiones.

Para Rajoy y Rivera este artículo debe dejarse tal como está. Solo así se podrá mantener la recién conquistad­a confianza de los mercados. Si esta se perdiese, volveríamo­s a sufrir la presión de una falta de financiaci­ón que estrangula­ría el crecimient­o. Argumentan que España adeuda al exterior más de un billón de euros y que el próximo año habrá que renegociar créditos por un importe de 300.000 millones. Se trata de una espada de Damocles ya que la pérdida de la confianza ante los acreedores se traduciría en fuer- tes tipos de interés.

Es la razón por la que Rajoy y Rivera siguen dando prioridad a la reducción del déficit, que se encuentra entre los más elevados de Europa: “Sólo así podrá reducir la prima de riesgo y atraer inversione­s. Esto combinado con una caída del precio del petróleo y una mejora del consumo nos permitirá seguir creciendo y creando empleo”. Según el ministro de Economía, Luis de Guindos, “si el 20-Dsale un Gobierno fuerte y estable, el año que viene puede ser mejor que este”. En su opinión, En los pasillos de Ferraz, cuartel general del PSOE en Madrid, ya se empieza a hablar de Pedro I “el breve” para referirse al actual secretario general del partido. De confirmars­e los sondeos de opinión, en la misma noche electoral del 20 de diciembre a Sánchez no le quedará más remedio que presentar su dimisión. Es lo que hizo Joaquín Almunia cuando perdió las elecciones al obtener sólo 125 escaños; Alfredo Pérez Rubalcaba se resistió, a pesar de sacar 110 diputados pero al final tuvo que irse. Si Pedro Sánchez rebaja la representa­ción del PSOE por debajo de 90 diputados no tiene la menor posibilida­d de seguir. Su mandato habría durado tan sólo 17 meses. aún no ha llegado el momento de gastar más sino que debemos seguir con las reformas estructura­les que nos exige Europa.

Pero no todo el mundo opina lo mismo. Tanto Pedro Sánchez como Pablo Iglesias argumentan que no se puede hacer la misma política cuando se atraviesa una recesión que cuando estamos en una economía expansiva. Para ello proponen cambiar la política presupuest­aria restrictiv­a por otra expansiva. Concretame­nte, Podemos se compromete a incrementa­r el gasto público en 25.000 millones de euros, lo que supondría disponer de 100.000 millones para crear estímulos económicos a lo largo de la Legislatur­a. El PSOE no es tan explícito, pero insiste en que “para crecer primero hay que repartir”. Sólo poniendo fin al austericid­io se podrá apuntalar un cambio de ciclo.

Según el equipo económico de Podemos, el problema fundamenta­l está en las elevadas tasas de desempleo, que genera otros muchísimos problemas colaterale­s: “Durante la crisis económica se han perdido más de tres millones de empleos y sólo se ha recuperado una cuarta parte de los mismos. Todoello combinadoc­onunapérdi­da del 20% del poder adquisitiv­o de los salarios, ha generado un grave problema en la Seguridad Social, que ha pasado de un superávit a un déficit cada vez mayor: Esta es la razón por la que es fundamenta­l acabar con la política de austeridad impuesta por la Unión Europea y seguida por los gobiernos de Zapatero y de Rajoy”.

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