El año de la reconstrucción
2015 se confirma como el de la vuelta de la obra nuevaeva
Las ventas en el mercado inmobiliario residencial han aumentado durante 2015 en la mayoría de las áreas prime de Catalunya, con una clara hegemonía de la ciudad de Barcelona y una tendencia ascendente sobre todo en localidades costeras top próximas como Sitges, Castelldefels, Gavà, Alella o Sant Andreu de Llavaneres y otras interiores también consideradas premium como Sant Cugat o Sant Just.
La mayoría de transacciones corresponden a viviendas de segunda mano, aunque existe ya “una demanda creciente de obra nueva que hasta hace poco no encontraba el producto adecuado, pero ya se está creando. Así que lo poco que sale se vende muy rápido sobre plano”, asegura Anna Esteban, directora de oficina de la consultora inmobiliaria CBRE Barcelona. Como consecuencia, un informe reciente de esta firma destaca que “el suelo finalista, que hasta hace un año y medio aproximadamente era un producto defenestrado, está en el punto de mira de los grandes fondos internacionales y vuelve a tener demanda”. LOS INVERSORES PREFIEREN BARCELONA En el año que acaba en la capital catalana se han empezado a comercializar proyectos residenciales de lujo muy singulares, con la exitosa asociación de capital extranjero y promotora local, como Casp 33 y Casa Burés (una alianza entre el fondo Europa Capital y la empresa catalana Bonavista Developments) o Francesc Macià 10, propiedad de un fondo internacio- nal que gestiona la sociedad Squircle Capital, basada en Barcelona.
En cuanto a los precios, se constata que se han estabilizado e incluso suben en ciertas áreas. REAPARECE EL COMPRADOR LOCAL Stijn Teeuwen, cofundador de la inmobiliaria de alto standing Lucas Fox subraya que “el mercado, tanto de compra como de alquiler, necesita más productos nuevos muy bien hechos a un precio correcto”, mientras que Esteban apunta que “el comprador ya no solo valora la ubicación sino que pide más calidad y servicios”.
Otro gran cambio consiste en que el cliente local vuelve a adqui- rir vivienda prime, aunque como señala Teeuwen, “en general busca el nivel de precios más bajo en este segmento, entre 500.000 y 800.000 euros y necesita hipoteca, mientras que el comprador internacional, que todavía es mayoritario, puede subir más –aunque tiene un tope– y suele pagar al contado”.
El suelo finalista está ahora en el punto de mira de los grandes fondos internacionales Barcelona ciudad acapara las mayores inversiones en proyectos residenciales de lujo