El ‘personal shopper’ inmobiliario
Un novedoso servicio que gana adeptos entre quienes desean adquirir la vivienda perfecta. Buscan, seleccionan y defienden los intereses del comprador, ahorrándole tiempo y dinero
La adquisición de la vivienda es una de las decisiones más importantes que se hacen en la vida, no solo por el capital invertido sino también porque acertar en ella condicionará la estabilidad futura. Para no perderse entre tanta oferta, negociaciones y papeleo, surge la figura del personal shopper inmobiliario, que acompaña al comprador a lo largo de todo el proceso.
Esta profesión, importada de los países anglosajones, aterrizó en el mercado español hace unos cinco años, y a pesar de que todavía no es muy conocida, hay ya cerca de 200 empresas que se denominan así. Para regularla ha nacido la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (Aepsi), que reúne a profesionales con acreditada experiencia en el sector inmobiliario que, en el ejercicio de su actividad optan por un posicionamiento unilateral al lado del cliente-comprador, lo que las distingue de las agencias inmobiliarias tradicionales, cuyo cliente por excelencia es el vendedor. AL LADO DEL COMPRADOR “Nosotros no disponemos de pisos propios en cartera, pero accedemos al 100% del mercado, y sólo defendemos los intereses del cliente-comprador, para el cual trabajamos en exclusiva”, señala Enric Jiménez, presidente de esta asociación y fundador en el 2010 de SomRie, la primera empresa de estas características que se abrió en España. Hoy cuenta con un equipo de 20 personas y oficinas abiertas en Barcelona, Madrid, Bilbao y cinco más en el exterior desde donde le envían inversores para España. Sus clientes suelen ser familias de alto nivel adquisitivo alto y empresas que buscan algo especial, “si es fácil van a la inmobiliaria de la zona –dice– nosotros buscamos casas o espacios comerciales que a veces ni tan siquiera están en el mercado, las negociamos y las cerramos con la mejor opción para el cliente. Su nivel de satisfacción es siempre elevadísimo”.
Por su parte, Iñaki Unsain, vicepresidente de Aepsi, señala que “es un servicio de puro sentido común, se trata de una decisión suficientemente importante como para ir de la mano de un experto”. Unsain, que llegó a esta profesión tras 20 años de experiencia en el sector, domina el mercado local, y su empresa, ACV Gestión Inmobiliaria, se ha especializado en la búsqueda de viviendas situadas en la zona alta, Eixample, 22@ y Ciutat Vella. “Mis clientes, el 50% extranjeros, son ejecutivos y parejas de entre 35 y 50 años y nivel medio-alto que normalmente ya llevan tiempo buscando y se dan cuenta de que es complicado adquirir una vivienda con las prestaciones que desean”. EL PROCESO El funcionamiento es siempre el mismo. El comprador especifica sus necesidades: zona, presupuesto, luminosidad, altura, tamaño, entre otras características. El personal shopper elije, a través de su red de contactos, lo que mejor se adapta a lo que le han solicitado; visita decenas de viviendas, descarta, y finalmente selecciona entre cinco y ocho viviendas que encajen perfectamente. Prepara un informe y organiza las visitas con el cliente en una sola mañana. El agente se encarga también de presentar la oferta a la agencia y negociar el precio en nombre del cliente, “el conocer a fondo el mercado y el estado real de la vivienda nos da ventajas, por lo que conseguimos siempre una rebaja de entre el 5 y el 20%”, puntualiza Jiménez.
Estos descuentos cubren sus honorarios que suelen ser tarifas planas en función del precio y la complejidad de la operación, “sobre los 8.000 euros para una casa de menos de 200.000 euros, y hasta los 20.000 para una de más de 1.500.000 euros, señala Unsain, quien añade que “trabajamos con un contrato en exclusiva y una provisión de fondos de 500 euros, a descontar de los honorarios finales si la compra se realiza”.
Acceden al 100% del producto del mercado y sólo defienden los intereses del comprador Sus honorarios fluctúan entre el 1% y el 3% del precio total de compra de la vivienda