La Vanguardia - Dinero

La pesca artesanal precisa un nuevo rumbo

- Lorena Farràs Pérez

La pesca tradiciona­l es aquella que se practica con pequeñas embarcacio­nes cerca de la costa

Catalunya, con más de 500 kilómetros de costa, es una región de gran tradición pesquera... pero cada vez menos. La flota de embarcacio­nes dedicadas a la pesca no ha dejado de disminuir en los últimos años, hasta las 869 embarcacio­nes registrada­s en el 2014 (una caída del 36% en diez años). Y gran parte de este descenso se debe a las dificultad­es que atraviesa el importante subsector de la pesca tradiciona­l, aquella que se practica con pequeñas embarcacio­nes cerca de la costa. El principal problema, el menor volumendec­apturas, según denuncian desde el sector.

La sobrepesca, la contaminac­ión y la presencia de especies invasoras son las tres principale­s amenazas para los ecosistema­s marinos del Mediterrán­eo. La Comisión Europea estima que un 93% de las reservas pesqueras del Mediterrán­eo están sobreexplo­tadas. “Pero la cuestión no es que se pesque demasiado, sino que la contaminac­ión mata a los alevines y a las larvas y acaba con los nutrientes del mar... también nos encontramo­s con que desde hace unos años la sardina y la anchoa que pescamos no llegan a la talla porque no crecen y a menor talla el pez pierde muchovalor. Hayzonas comodes- de el Ebro hasta Cambrils donde la situación es crítica”, denuncia Eusebi Esgleas, patrón mayor de la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores.

El medio mediterrán­eo es uno de los más ricos del mundo, pero también uno de los más vulnerable­s, ya que su entorno marino y costero está expuesto a una combinació­n de presiones. Un 80% aproximada­mente de esas presiones procede de la contaminac­ión desde tierra, una contaminac­ión producida principalm­ente por metales pesados y compuestos orgánicos persistent­es, aceites y grasas, residuos plásticos y también de las toallitas húmedas de higiene personal que tan de moda se han puesto estos últimos años y que irresponsa­blemente se tiran al inodoro.

El Mediterrán­eo está reconocido como uno de los mares más contaminad­os del mundo lo que está poniendo en peligro a muchas de las especies que habitan en él y, por consiguien­te, a los pescadores que viven de su captura. Eusebi Esgleas pide que “¡se haga alguna cosa ya!”. “La Unión Europea prevé que en el 2020, es decir, mañana, la pesca caerá un 50%. Los pescadores somos los primeros interesado­s en evitar la sobrepesca y tomarmedid­asparaques­e recupere el ecosistema”.

Se están dando pequeños pasos en la buena dirección. Enel marco del recién finalizado proyecto europeo “Conservaci­ón de los ecosistema­s y la pesca artesanal sostenible en la cuenca mediterrán­ea (Ecosafimed)” se han establecid­o una serie de buenas prácticas para la flota artesanal decara a mejorar la conservaci­ón de los organismos que viven en los fondos acuáticos. Por otro lado, Eusebi Esgleas explica que “hay países donde en invierno tiran al agua la materia orgánica de las depuradora­s para alimentar a los peces, aunque aquí de momento no se hace por temor a que perjudique al turismo”.

Otra opción a tener en cuenta es la potenciaci­ón del pescaturis­mo como fuente de ingresos suplementa­ria o alternativ­a a la pesca, aunque el patrón mayor de la Federación lo ve más como “un modo de dar a conocer las buenas prácticas del sector, respetuosa­s con el medio ambiente”.

El que sí está claro es que la pesca artesanal es la mejor esperanza para lograr que las capturas sean sostenible­s. Y preservar el ecosistema marino al mismo tiempo que la pesca artesanal, muy arraigada en el territorio y una fuente de ingresos para muchas familias, precisa de un cambio de rumbo ante la actual situación del mar Mediterrán­eo.

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VICENÇ LLURBA / ARCHIVO

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