La subversión de lo real
Alrededor de sesenta obras datadas entre 1968 y 2015 reúne la sala Parés en la retrospectiva que dedica a Miquel Vilà (Barcelona, 1940), uno de los artistas emblemáticos de esta histórica galería, a la que está vinculado desde 1990, que permite con el seguimiento de los cuadros de esta exhibición visualizar su evolución en la que siempre ha utilizado la temática del paisaje, las naturalezas muertas y los interiores, definidos en sus comienzos por una visión surreal que entronca igualmente con el simbolismo.
Vilà, en su pintura al óleo así como en su extensa obra gráfica, refleja una particular visión del paisaje y del bodegón, inmerso en un concepto poético trascendido en el que es posible rastrear la influencia de la pintura metafísica italiana y su admiración por Carrá, Sironi y De Chirico, aunque sus creacio- nes traduzcan menor importancia estructural y más sentimiento lírico.
El pintor barcelonés inició su andadura expositiva en 1968 y desde entonces una de las características de su obra es la atmósfera de misterio que transmite como si nunca quisiese desvelar completamente las sensaciones que subyacen en sus composiciones que traspasan el aparente naturalismo en que se instalan como ocurre en los bodegones de peces de la muestra. Y en otras pinturas en las que están maridadas la magia, la soledad y la melancolía de un artista, que se resistió a las corrientes abstractas tan en boga en la época.
2013) Óleo de Miquel Vilà.50 x 61 cm