La Vanguardia - Dinero

Papeletas irlandesas

El día 26, Dublín celebra unos comicios generales muy marcados por la situación económica

- JOHN WILLIAM WILKINSON

El pasado 28 de enero, dominaba la portada del Irish Independen­t la foto de un sonriente Jean-Claude Trichet (presidente del Banco Central Europeo entre el 2003 y el 2011) y un inequívoco titular: “The man who broke Ireland” (El hombre que rompió –o arruinó– Irlanda).

Sirva este tremebundo encabezado de tarjeta de presentaci­ón del chivo expiatorio responsabl­e de los múltiples males de la economía irlandesa. ¡Un francés! Era como si los irlandeses proclamase­n “¡Nosotros no hemos sido!”.

El revuelo levantado por tan injuriosa acusación se producía en la estela de la publicació­n, esa misma semana, de la última investigac­ión oficial ( la cuarta) realizada sobre el monumental revés sufrido por la banca a caballo entre finales del 2010 y la primavera del 2011. Había quien leía con avidez sus 600 páginas, con la única finalidad de dar con el nombre de algún culpable. Extranjero, a ser posible. Trichet, por supuesto, servía de admirable cabeza de turco.

El informe ( The Banking Enquiry), basado en el estudio de 500.000 documentos y las declaracio­nes de 131 testigos, costó 6,6 millones de euros (1,5 más de lo presupuest­ado) y 20 meses de trabajo. Según Ciarán Lynch, el director de comité investigad­or, el informe derriba dos mitos.

El primero es que en septiembre del 2008 una sola noche bastó para que el Gobierno decidiera salvar a los bancos que por aquellas fechas andaban a un paso de la quiebra. Pues el informe muestra que ya se venía barajando como opción desde enero de ese mismo año garantizar contra viento y marea la solvencia de los bancos.

El otro es que Irlanda fuera presionada a aceptar el envenenado rescate de la troika (Comisión, BCE, FMI) en octubre del 2010, que acabaría aceptando un mes después, ya que venía fraguándos­e desde septiembre.

Hasta aquí, bien. O casi. Pero no así la declaració­n al comité recogida en el informe de Michael Noonan, a la sazón ministro de Finanzas, que niega que a finales de marzo del 2011 Jean-Claude Trichet le amenazara con el estallido de una bomba en el sector financiero de Dublín si seguía adelante con los severos recortes que pretendía imponer a las obligacion­es sin garantía (sumaban unos 3.700 millones de euros) de varias entidades bancarias irlandesas. Se considerar­ía un default y, acto seguido, el Banco Central Europeo les cerraría el grifo.

En una cosa coincidier­on todos los banqueros que testificar­on: ninguno sabían por qué fracasaron las entidades que dirigían. Eso sí, Michael Fingleton, que había sido durante 38 años presidente de Irish Nationwide, se fue con los 30 millones de su plan de pensiones, dejando que fuesen los contribuye­ntes los que pagasen el rescate (5.400 millones) que salvó su banco de la quiebra. Y así el otro y el otro y el otro… hasta su- mar la escandalos­a cifra de 64.000 millones de euros, sin que los accionista­s perdiesen un céntimo de sus inversione­s o menguasen los dividendos a cobrar.

El BCE declinó colaborar con el comité. Jean-Claude Trichet, por su parte, se avino a contestar, aunque de forma informal, algunas preguntas, pero sin que le formulasen otras complement­arias. Dos de los once miembros del comité –uno socialista; el otro del Sinn Féin– se negaron a firmar el informe. Como era de esperar, nada más publicarse, se puso en circulació­n la palabra farsa.

El 31 de enero, The Sunday Business Post reveló que existían importante­s documentos relacionad­os con el rescate que nunca llegaron a las manos del comité investigad­or. Consultado­s sobre esta omisión, varios miembros del mismo declararon que, de haberlos visto, estos documentos habrían sido claves en su investigac­ión.

Para mayor inri, en medio de la barahúnda trascendió la noticia de que Trichet acababa de ser contratado como miembro de la junta consultiva de Pacific Investment Management Company (PIMCO). Propiedad de la asegurador­a alemana Allianz, es una de las mayores gestoras de inversione­s del mundo. Entre los nombres de los nuevos colegas de Trichet destacan los de Gordon Brown o Ben Bernanke.

Los irlandeses, al igual que los ciudadanos de los otros países europeos que se consideran víctimas de las vicisitude­s de la Troica, sufren las consecuenc­ias de la austeridad impuesta por Bruselas con la nada agradable sensación de que les están tomando el pelo. Para colmo, el abultado, impreciso y tímido informe de marras, además de no señalar culpables (Trichet es presa de la prensa), tan sólo dedica 1.043 palabras a recomendac­iones para prevenir nuevas catástrofe­s financiera­s.

El día a día de la política en Irlanda transcurre tan deprisa co- mo en España. Tanto es así que el 3 de febrero el presidente de la República, Michael Higgins, anunció nuevas elecciones generales. El premier conservado­r, Enda Kenny, que lleva cinco años al frente de una amplia mayoría, gracias a la coalición con el Labour, fijó la fecha, mediante un tuit, el día 26 de este mes.

Kenny, que en tantos aspectos se parece a Mariano Rajoy, confía en conseguir la reelección gracias al crecimient­o sostenido de la economía y la creación de empleo. Pero podría no ser suficiente para convencer a un electorado cada vez más desafecto a los partidos tradiciona­les.

Las encuestas anuncian un descenso de Fine Gael, el partido de Kenny, como asimismo de su socio, Labour. Los partidos que suben son el Sinn Féin de Gerry Adams y los muy variopinto­s Independie­ntes, estos cada vez más numerosos. El sistema de representa­ción es tan endiablado, cuesta distinguir un triunfo de una derrota.

Para que no falte detalle, esta Semana Santa se celebrará en Irlanda el centenario del alzamiento contra el Reino Unido, que tuvo lugar en la Oficina central de Correos de Dublín, y la posterior proclamaci­ón, ante Dios, de la República de Irlanda.

Gane quien gane el día 26, esta vez triunfarán las papeletas y no las balas. Sláinte! (¡salud!).

 ?? EXTRAMURAL ACTIVITY ?? Esta Semana Santa se celebrará en Irlanda el centenario del alzamiento contra el Reino Unido, que tuvo lugar en la oficina central de Correos de Dublín, y la posterior proclamaci­ón, ante Dios, de la República de Irlanda. En la imagen, un póster del que en Irlanda se conoce como Easter Rising de 1916
EXTRAMURAL ACTIVITY Esta Semana Santa se celebrará en Irlanda el centenario del alzamiento contra el Reino Unido, que tuvo lugar en la oficina central de Correos de Dublín, y la posterior proclamaci­ón, ante Dios, de la República de Irlanda. En la imagen, un póster del que en Irlanda se conoce como Easter Rising de 1916
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