Días amargos en Deutsche Bank
Las pérdidas del 2015 y unos bonos complejos, los Cocos, han desatado el temor de los inversores
Deutsche Bank, el primer banco alemán, cierra una semana de angustia bursátil, en la que los inversores se mostraban convencidos de que no podría satisfacer compromisos inminentes, con un anuncio en caminado a defender su solvencia a los cuatro vientos. Tras perder sus acciones el 9,5% en bolsa el lunes, y verse obligado su copresidente, John Cryan, a poner por escrito el martes frases como “Deutsche Bank sigue siendo absolutamente sólido como una roca, dada nuestra fuerte posición en capital y riesgo”, el viernes se esforzaba, aduciendo dinero en mano, por recobrar la querencia de los inversores recelosos. En un comunicado, DB se ofreció, gracias a su “posición de fuerte liquidez”, a recomprar deuda por 3.000 millones de euros y 2.000 millones de dólares.
El camino que ha conducido a este anuncio en pos de la confianza delos inversores comenzó el pasado 28 de enero, cuando la entidad bancaria germana desveló que había cerrado el año 2015 con pérdidas de 6.800 millones de euros. Por Frankfurt del Meno, capital financiera de Alemania, empezó a correr la voz de que el banco no estaría en condiciones de abonarlos intereses de los bonos AT-1, también llamados Cocos (bonos contingentes convertibles). Deutsche Bank emitió en 2014 Cocos por valor de 4.600 millones de euros.
Estos títulos de deuda ofrecen cupones de intereses muy atractivos, pero son flexibles, y se convierten en acciones en caso de que se produzca una circunstancia acordada de antemano (por ejemplo, que el precio de la ac- ción de una compañía caiga a determinado nivel). Enese caso, el inversor no puede ya bregar con el banco para recuperar su capital invertido en Cocos, sino que pasa a poseer acciones, las cuales serán probablemente de valor inferior.
En el caso de DB, parte de esos Cocos vence el 30 de abril, y las bolsas le han castigado esta semanapor el temor de los inversores a que no pueda atender los vencimientos. Las acciones de Deutsche Bank perdieron menos el martes, y mejoraron el viernes, pero es que han perdido un 39% desde inicios de año. Para atajar la sangría, John Cryan hizo pública ese mismo martes enla página webdeDBunacarta a los empleados, en la que rechaza las dudas de los inversores. Atención: la recompra ofertada es de deuda sénior, no de Cocos.
Pero en realidad todo empezó mucho antes, cuando el gigante alemán apostó por la banca de inversiones, que durante los últimos años le permitió crecer e internacionalizarse. Pero la crisis financiera de 2008 le propinó un gran golpe en ese sector de su actividad, lo cual unido a juicios por oscuras prácticas financieras, dio al traste con la estrategia. Para reparar el desaguisado, DBfichó el pasado julio al británico John Cryan, con fama de salvador de problemas. Cryan sustituyó al indio Anshu Jain, y comparte la dirección con el alemán Jürgen Fitschen, que se retirará el próximo mayo. Cryan quedará de director único a partir de entonces.
El pasado octubre, Cryan anun- ció una reestructuración en DB, con recorte de puestos de trabajo (9.000 propios y 6.000 externos) y retirada de diez países. Pero estos planes tienen que llevarse a cabo ahora que los mercados andan revueltos debido a los bajos precios del petróleo, a los temores por la economía china, y una eurozona aún problemática. Todo el sector bancario está agitado, y DB lo nota más porque arrastra escándalos judiciales y financieros –como el de la manipulación de índices hipotecarios–, y ha tenido que apartar una provisión de 4.800 millones de euros para los nuevos gastos legales que lo amenazan. Pero Cryan no quiere ni oír hablar de una nueva ampliación de capital, como recomiendan algunos analistas germanos, y confía en marcar solvencia por otras vías. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, proclamó el viernes que DB “tiene suficiente capital” y es un “banco fuerte”.