Andorra, un paraíso residencial
El Principado ya no atrae a evasores fiscales pero sí a fortunas que buscan tributar menos
En los últimos años se han destapado numerosos casos de blanqueo de capitales y evasión de impuestos en bancos andorranos por parte de personajes muy conocidos de la vida pública catalana, que aprovechaban la facilidad para obtener la residencia andorrana comprando una casa y la laxitud de las leyes del Principado en materia fiscal, así como la opacidad en sus entidades financieras. Sin embargo, el Gobierno de Andorra ha optado por dejar atrás su etapa de paraíso fiscal para delincuentes económicos endureciendo los requisitos para ser residente y el control bancario sobre el origen del dinero extranjero. LA TRIBUTACIÓN COMO INCENTIVO Ante este nuevo escenario, ¿a qué perfil de comprador le interesa actualmente invertir en bienes inmuebles en Andorra?
“Es notorio que ha dejado de ser un paraíso fiscal y ahora es un país más transparente para invertir, aunque sigue teniendo una tributación extremadamente favorable”, apunta Gerard Marcet, abogado fiscalista socio del despacho Laborde Marcet, quien añade que “ahora los que compran una vivienda en Andorra no buscan tanto la rentabilidad sino su uso real, ya que si acreditan que viven en ella más de la mitad del año, tributan allí”.
Otras de las condiciones indispensables para la concesión de la residencia pasiva (que implica establecer la vivienda principal y efectiva en Andorra sin ejercer ninguna actividad laboral o profesional) son tener una autorización de inmigración –una vez demostrado que no se tienen antecedentes penales– y acreditar una inversión mínima de 400.000 euros, que en la mayoría de los casos se traduce en la compra de una vivienda. En cambio, no necesitan cumplir con este último requisito las personas que soliciten una residencia activa para trabajar en el Principado, aunque sí deben tener allí su centro principal de negocio y su familia, demostrar unos ingresos mínimos y pagar todos sus impuestos, que en cualquier caso son inferiores a los españoles: tanto el IRPF como el impuesto sobre sociedades de tipo general son del 10%, mientras que el impuesto sobre transmisiones patrimoniales es del 4% y el IGI (equivalente al IVA), de reciente creación, del 4,5%. PRECIOS CON TENDENCIA ASCENDENTE Según Jordi Tàpies, director de la inmobiliaria de lujo Lucas Fox Andorra, el tipo de casa que buscan los nuevos residentes con alto poder adquisitivo (la mayoría de nacionalidad española, francesa e inglesa), “son apartamentos de lujo en el centro de entre 5.000 y 9.000 euros el metro cuadrado, o bien chalés en zonas residenciales tranquilas a pocos minutos en coche de la ciudad, de 2.800 euros/ m2 hacia arriba. Los precios han empezado a subir un poco”.
En cuanto al mercado de inversión, “lo más buscado y con buenas perspectivas para 2016 son apartamentos a pie de pista en Tarter, Soldeu o Arinsal para destinarlos a alquiler vacacional, ya que se les puede sacar fácilmente un rendimiento de entre el 4 y el 8%”, destaca Tàpies, quien añade que “desde principio de 2015 se ha reactivado la construcción, una vez liquidadas muchas promociones de antes de la crisis”.
Por otra parte, señala como otros grandes activos del país “la seguridad y la tranquilidad”.
Vivir un mínimo de 183 días al año en el Principado da acceso a la residencia pasiva