La Vanguardia - Dinero

Endeudamie­nto e independen­cia

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En el debate sobre los impactos económicos de la independen­cia de Catalunya surgen voces que, a partir de análisis nada rigurosos, afirman que esta no sería posible por una deuda pública pretendida­mente demasiado alto. Veámoslo.

Se ha llegado a plantear una eventual cifra de endeudamie­n- to público de una Catalunya independie­nte de cerca del 140% del PIB catalán que no correspond­e a la realidad, ya que se añade unos 240.000 millones de euros de deuda que presuntame­nte se tendría que absorber del Estado español a unos 60.000 millones de deuda estricta de la Generalita­t, sin tener en cuenta que la primera cifra ya incluía deuda de la Generalita­t y, por lo tanto, se suma una misma cosa dos veces. La primera cifra se atribuye a un tercero, pero está sacada fuera de contexto. En efecto, la cifra de los 240.000 millones de euros se obtiene multiplica­ndo la deuda total del Estado español, su- perior al billón de euros, que incluye toda la deuda de las comunidade­s autónomas, por el porcentaje del esfuerzo fiscal catalán, es decir, de los impuestos que pagamos en relación con el total del Estado.

¿En todo caso, cuál sería la cifra del adeuda pública del nuevo Estado catalán? La respuesta es: depende. Efectivame­nte, si el Estado español no quisiera reconocer el nuevo Estado, entonces la República Catalana no tendría que asumir ni un céntimo del adeuda española( no se puede traspasar deuda a alguien no reconocida) y el Estado español tendría que hacer frente, ya queesel titular legal (el Reino de España); por lo tanto, la deuda pública catalana sería la de la Generalita­t de Catalunya más la deu- da local catalana, en torno al 34% del PIB catalán, de los más bajos de los países desarrolla­dos.

Si hubiera negociació­n, que lógicament­e presupondr­ía el reconocimi­ento de la independen­cia y de la aceptación del nuevo Estado dentro de la UE, además de recibir activos, el porcentaje de deuda asumida podría oscilar entre el 10,6% según el criterio del gasto efectivo, el 16,1% de la población y el 18,9% del PIB. Pero este porcentaje se aplicaría sobre la deudadela Administra­ción central (no tendría ningún sentido que el Estado catalán asumiera la deuda de las otras comunidade­s autónomas, ni de las entidades locales de fuera de Catalunya), que en septiembre del 2015 (último dato disponible) era de 934.273 millones de euros. Así, podría variar entre 99.033 millo-

Con la independen­cia, la calificaci­ón crediticia de la deuda pública catalana pasaría del nivel de bono basura hasta el grado de inversión A+

nes y 176.578 millones, muy lejos de los 240.000 millones de euros en lo peor de los casos. Así, en caso de independen­cia la situación sería mucho mejor que la actual, ya que Catalunya está pagando un porcentaje superior de la deuda española como se ha visto antes (la contribuci­ón a los ingresos fiscales).

Por otra parte, según un estudio solvente presentado ahora hace un año al Colegio de Economista­s de Catalunya, con la independen­cia la calificaci­ón crediticia de la deuda pública catalana pasaría del nivel de bono basura actual hasta el grado de inversión A+, superior al del Estado español. De esta manera, sería más fácil gestionar la deuda que ahora. Eso también comportarí­a que el sector privado tuviera más financiaci­ón disponible y a mejor precio.

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PERE MIRET ECONOMISTA

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