El estirón de abril
La subida del 10% de los índices bursátiles se ha dejado notar en los fondos
El estirón del orden del 10% que han mostrado las bolsas en estas dos últimas semanas, en particular la española, ha inyectado una dosis de optimismo a los mercados, facilitando una mejora de la tendencia favorable al riesgo por parte de los inversores. Esta semana que empieza va a estar centrada, desde la óptica de los inversores, en el contenido de la reunión de la Reserva Federal estadounidense el próximo miércoles.
La sensación dominante entre los analistas e inversores es que no habrá cambios sustanciales, aunque sí un posible calentamiento de motores con vistas a la reunión del 15 de junio, fecha en la que algunos sitúan ahora un posible endurecimiento de la política monetaria de la mayor economía del mundo, con un ligero retoque al alza en los tipos de interés.
Las dos semanas que acabamos de atravesar han sido muy favorables para los mercados de renta variable, ya que solamente ha habido una jornada de retroceso en el caso del Ibex 35. Todos los demás días hábiles han mostrado una tendencia compradora bastante inequívoca y dominante, en algunos casos, de cierta envergadura, lo que ha dejado a un índice como el Ibex 35 apenas a un 3,5% de distancia del cierre del pasado año, cota que todavía no ha sido rebasada. Se acercan a los 300 los fondos con ganancias acumuladas en lo que va de año superiores al 1%.
Las sensaciones que han dominado entre los inversores durante buena parte del año han estado orientadas a la búsqueda de fondos de inversión de perfil netamente defensivo, una pretensión que ha generado bastantes frustraciones, ya que la avalancha de fondos garantizados con la que las gestoras, sobre todo bancarias, han regado el mercado no ha acreditado sus teóricas virtudes ni ha logrado tampoco satisfacer las expectativas creadas, aunque algunos de los nuevos fondos han comprometido el ahorro de los partícipes para periodos muy dilatados de tiempo, a veces por encima de los siete años. Los costes de estos fondos, bastante elevados para el inversor, dificultan una buena renta- bilidad, sobre todo si el fondo en sí mismo no es capaz de realizar apuestas ganadoras en los mercados.
Una buena parte de los fondos garantizados que cuentan con menos de un año de vida presenta resultados decepcionantes. Parte del dinero que se ha refugiado en estos fondos procedía de depósitos bancarios o de algunos fondos de tipo mixto con bajo perfil de riesgo. El cambio para una buena parte de los inversores que han optado por esta opción ha sido, de momento, poco favorable.
La huida de algunos inversores hacia los fondos garantizados no ha sido una buena idea