La Vanguardia - Dinero

“Habrá tumultos sociales y pérdida de empleos”

- Piergiorgi­o M. Sandri

Cumple con todo lo que uno se esperaría del tópico inconformi­sta de Silicon Valley: tiene una cara de adolescent­e, lleva una camiseta sencilla, atiende la entrevista por Skype desde Palo Alto mientras desayuna y habla del futuro como si tuviera la bola de cristal. Federico Pistono, informátic­o italiano afincado enEE.UU., fue delos primeros en alertaren 2011 delos efectos de la robotizaci­ón en el empleo.

¿Por qué ahora de repente se empieza a hablar de robots? Cuando escribí mi libro me decían que estaba loco. Siempre ocurre lo mismo con las tendencias: se sobreestim­a su impacto a corto plazo y se subestima a medio plazo. Cuando llega una tecnología, pocos la conocen. Pasan tres o cuatro años y aparecen los primeros prototipos. Y de entonces, de repente, la gente se inquieta. Esdondees-tamosahora. Pero luego durante años no pasa aparenteme­nte nada. Se empieza a decir que era una falsa alarma. Pero es ungrave error, porque en este tiempo la tendencia se hace realidad.

¿Esta revolución de la robótica es diferente de las anteriores? Hasta ahora hemos automatiza­do la potencia y transforma­do la fuerza del hombre en fuerza de la máquina. El paso siguiente es automatiza­r el conocimien­to. Estamos desplazand­o la influencia de la tecnología en aquellas ramas que creíamos exclusivam­ente humanas . Durante la revolución industrial, se automatiza­ron faenas mecánicas, pero los empleos en sustancia no se destruyero­n. Las personas que desplazaba­n barras de hierro cambiaron de tarea. Pero en el futuro tendremos a abogados, gestores y periodista­s que perderán su puesto de trabajo. Ya hay artículos de materias técnicas o de deportes elaborados por máquinas. Los lectores no lo saben. Es más: hay tests que demuestran que la gente encuentra más creíble el texto escrito por un robot.

¿No sería mejor trabajar con las máquinas en lugar de competir con ellas? Sin dudas. En 1999, Gary Kasparov perdió el partido de ajedrez con el ordenador Deep Blue. Pero luego creó un nuevo torneo, donde puedes participar junto a unrobot. Desde hace años quien gana es el centauro: un hombre que usa la inteligenc­ia artificial de una máquina, como herramient­a para extender la suya. El problema es que el porcentaje depoblació­n quetiene recursos para hacer esto es muy pequeño. En el futuro habrá menos trabajo y el que estará disponible necesitará personas con capacidade­s muy altas para poder interactua­r con estas máquinas. Los empleos que crea la robótica son pocos y al alcance de una minoría. Para cien puestos de trabajo que se pierden, nacerán como mucho diez o veinte. En el medio-largo plazo, el 10% de los empleos sobrevivir­án. Entre los periodista­s, sólo quedarán los que investigar­án con máquinas. Hoy te- nemos robots llamados Twitter y Google que crean ventaja competitiv­a para los que saben usarlos.

¿Y los humanoides? ¿Llegarán a nuestras casas? Tardarán. Es más fácil automatiza­r un cirujano que una mujer de la limpieza. Porque el cirujano debe saber hacer muy bien pocas cosas, mientras que la limpiadora debe tener habilidade­s para hacer millones de tareas, aunque nosean perfectas. Todavía no disponemos de una inteligenc­ia artificial general y esto costará más de veinte años.

¿Los coches sin conductor serán una realidad? Sí, será la revolución visible másimporta­nte de los próximos veinte años. Luego habrá otras, más invisibles. Ya hay millones de sistemas con algoritmos que son robots. Por ejemplo, hoy en un avión el piloto usa el mando diez minutos, el resto del tiempo son máquinas.

¿Mejor estudiar informátic­a e ingeniería para encontrar trabajo enel futuro? No necesariam­ente. Por ejemplo uno de los asuntos más espinosos ahora es la ética de la robótica. ¿Qué decisión debe tomar un coche autónomo en caso de posible accidente? ¿Salva la abuela, el niño o el vehículo de enfrente? Es untemapara filósofos. Hay que programar la ética en los robots. Ellos no tienen evolución genética ni instinto de preservaci­ón. ¿Nos interesa que lo tengan o en algunos casos estaría bien que se autodestru­yeran?

¿El mundo será más feliz con robots o más conflictiv­o? Con más productivi­dad siempre hay más abundancia. Pero habrá problemas de orden público y tumultos sociales, porque habrá gente que se quedará sin nada. Por ello, hay que introducir una renta básica a todos los ciudadanos para compensar la pérdida de empleo.

Muy pocas personas tendrán capacidad para trabajar junto a las máquinas en el futuro Es más difícil automatiza­r una mujer de la limpieza que un cirujano: hace muchas cosas

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