Accor: un nuevo hotel cada dos días
Las 17 marcas que integran la compañía suman casi 3.900 establecimientos, una cifra en continuo crecimiento
Gérard Pélisson y Paul Dubrule se conocieron por casualidad. Fue gracias a un familiar vinculado a ambos conocedor de sus ansias por conocer mundo y desarrollar unas carreras profesionales alejadas de las empresas familiares a las que en principio estaban destinados. Con una buena formación académica en Europa y América, un largo viaje y posterior estancia laboral en Estados Unidos les inspiró para implantar un modelo de hotelería basada en el éxito comercial que por entonces tenía la cadena Holiday Inn.
Inicialmente quisieron implantar en Francia un modelo hotelero inédito, construyendo un primer establecimiento prácticamente en medio de la nada, junto a Lille, el primer Novotel de la historia en el que invirtieron todo lo que tenían y más, embarcando al padre de uno de ellos en la aventura de unos hoteles modernos, a precio razonable y en lugares de carretera cercanos a ciudades.
El hotel abrió en 1967, momento en el que ya estaban constru- yéndose dos establecimientos más con el apoyo de 32 de los 33 amigos a los que habían acudido para invertir en una empresa sobre la que ni en los sueños más fantasiosos y positivos imaginaban en lo que se iba a convertir casi medio siglo después.
En todos estos años, la empresa fundada por Pélisson y Dubrule tuvo un crecimiento exponencial, basado en muchos casos en el modelo de franquiciar los hoteles, una expansión paralela a los de otros empresarios franceses que también formados en Estados Unidos acabaron importando sus ideas a Europa en la misma década para crear luego grandes empresas de distribución, alimentación, ocio y cultura como Carrefour o FNAC con raíces francesas y vocación europea o global.
Un enorme emporio
Lo que nació en un solar de Lille hace 49 años hoy es Accor Hotels, un enorme emporio que tiene su sede central en París, en un enorme edificio de cristal junto al helipuerto de Issy-Les Molineaux, cuna de la aviación francesa. Des- de allí se dirige una empresa de 180.000 empleados (de estos el 56% tiene menos de 34 años) que trabajan en el día a día de casi 3.900 hoteles repartidos por 92 países. La compañía facturó 5.581 millones de euros el año pasado.
Accor es un paraguas global bajo el que están los nombres comerciales conocidos directamente por los huéspedes. 17 marcas divididas en tres grandes divisiones: lujo y superior, medio y eco- nómico. A la primera pertenecen por ejemplo los Sofitel, Pullman o los hoteles-boutique Mgallery. En la segunda están los Mercure, Novotel o los apartoteles Adagio. Mientras que en el apartado económico estarían las diferentes categorías de hoteles Ibis.
Entre las tres divisiones suman a día de hoy (lunes 6 de junio) 3.875 hoteles y 511.517 habitaciones, unas cifras en continuo crecimiento y que pasado mañana ya se habrán superado: cada dos días abre un nuevo hotel del grupo sumando decenas de habitaciones, más empleados y una mayor oferta de restauración.
El 28% de las propiedades y franquicias del grupo Accor están en Francia, aunque la cifra se superará en breve por otras regiones: el 26% de establecimientos están en Asia-Pacífico, el 25% centro, norte y este de Europa, el 11% en el Mediterráneo, Oriente Medio y África. El resto de hoteles están en América y el Caribe, junto a 18 campus de formación repartidos en todas las regiones en las que opera y donde ya se han formado 122.000 profesionales del grupo.
Sofitel, Pullman, Ibis, Mercure, Adagio o Novotel son algunas de las 17 marcas bajo el paraguas de Accor 180.000 empleados trabajan en el día a día de casi 3.900 hoteles repartidos por 92 países