“Banca March no entrará en el baile de fusiones”
El nuevo consejero delegado de Banca March, José Luis Acea, explica los retos y perspectivas del futuro
José Luis Acea (nacido en Vigo, 1965, casado y padre de dos hijas) lleva tres semanas como consejero delegado de Banca March. Su último cargo había sido director general de banca corporativa. Entró en la entidad financiera en 2010, procedente del Banco Popular. Ahora, su nuevo reto como capitán del barco es que el banco de la familia March –que cumple noventa años –siga centrado en su savoir faire: banca privada (50% del negocio), banca de empresas (27%) y banca comercial (23%). “Estamos preparando un nuevo plan estratégico a tres o cuatro años, cuyo objetivo es crecer a dos dígitos tanto en volumen de negocio, como en clientes”, señala en su primera entrevista desde su nombramiento, concedida a La Vanguardia. “Será un plan continuista, que aproveche las oportunidades que nos brinda el mercado”, destaca.
Banca March, que no tiene intención de salir a bolsa, se mantiene desde los tests de estrés realizados por el BCE hace un par de años, como el banco español de mayor solvencia con un ratio de Tier 1 (el de mejor calidad) de 19,6%, casi el doble que la media, y la morosidad al 3,8%, la más baja del sector. El año pasado, Banca March ganó 100,8 millones, un 12,25% menos, por la venta del 5% de su brazo inversor Corporación Alba, que participa en compañías como ACS (11,7%), Acerinox (19,6%) o BME (11,7%), entre otras, y cuyos resultados consolidan al mantener un 20%.
“Nuestro objetivo es seguir nuestro modelo de negocio, crecer de forma orgánica, aunque si se plantea alguna operación interesante, como en 2012, cuando adquirimos en el País Vasco la firma de gestión de patrimonios Consulnor, lo estudiaremos”. Salvo alguna operación puntual de ese tipo, Acea descarta de pleno “entrar en el baile de fusiones” que se avecina en España en el sector bancario.
Para ser cliente de banca privada en Banca March hay que contar con un patrimonio de 300.000 a 1 millón de euros.“Nuestra correlación con los clientes de banca privada es a largo plazo, basada en nuestros fundamentales y siempre ofreciendo asesoramiento en función de su perfil de riesgo”. De hecho, continua “casi todos nuestros clientes de banca privada también trabajan con otras entidades financieras”. El consejero delegado deja entrever que la gran banca se ha subido al negocio de banca privada en momentos puntuales, mientras que Banca March sigue fiel a sus orígenes. Asu juicio, dos claves fundamentales en este tipo de negocio son “la confianza y el asesoramiento”, puesto que, continua, “Banca March nunca ha vendido productos financieros tóxicos como las preferentes o fondos de Madoff”.
Respecto al sector bancario, Banca March sigue siendo supervisada por el Banco de España. Acea subraya que se percibe “mayor normativa a cumplir y quien no se ha enterado de esto es que no está en el sector”. Un tema que no le preocupa en exceso porque se trata de una entidad bien capitalizada. Yrespecto a los bajos tipos de interés, que tanto afectan a los ingresos de la banca, el número dos del banco argumenta que esa realidad “hace más daño a los bancos tradicionales cuyo negocio esencial es conceder préstamos y captar depósitos de particulares”.
El debate abierto entre banca de oficina y digital tampoco causa inquietud a Acea, puesto que considera que su secreto es “el asesoramiento personalizado”. Banca March cuenta con 195 sucursales y 1.337 empleados. en España. Por Catalunya apostó fuerte desde el año 2011. Tiene abiertas 11 sucursales en las que trabajan 68 personas. “Hemos logrado multiplicar por diez nuestro negocio fuera de balance y por tres la cifra de clientes y negocio en Catalunya”, sentencia. En cuanto al mundo empresarial, Acea considera que “la empresa familiar ha salido fortalecida de la crisis porque, por ejemplo, exporta más”. “Este tipo de compañías saben adaptarse al entorno actual, abrirse a nuevas fórmulas de financiación...” Con la actual incertidumbre política, el directivo considera que el gran inversor opta por “esperar y ver”.