El señor de las calles
El Suzuki Burgman es el maxiescúter por excelencia, el que mejor se adapta a las necesidades de los urbanitas
El Burgman 125 siempre es noticia y tras su última renovación ha conseguido mantenerse como uno de los referentes del mercado de los maxiescúters urbanos. La fórmula utilizada por Suzuki para trazar el primer modelo Burgman sigue prácticamente intacta y se basa en tres aspectos principales: un diseño y una calidad de primera categoría, un espacio más que generoso para guardar o transportar objetos y unas cualidades mecánicas y dinámicas por encima de la media. Es así como, pese a los años, este modelo se ha convertido en un referente del catálogo de la marca y también del segmento de los grandes escúteres.
La base del Burgman 125 es idéntica a la de su hermano de 200cc y, de hecho, se trata del mismo modelo con dos variantes pensadas para aquellos que no poseen el carnet de moto (la de octavo de litro) y para quienes sí dispongan de éste y prefieran algo más de potencia y, principalmente, más par motor en las salidas a vías interurbanas. De momento, los nuevos frenos ABS se mantienen también como opción, aunque a corto plazo el asistente de frenada pasará a ser obligatorio en todos los modelos nuevos.
La última generación del Burgman 125/200 destaca por una mejora en la ergonomía, la protección y la comodidad en general. El primer punto donde se observan cambios es en la altura y la cobertura general de la coraza delantera y del parabrisas, aunque también el asiento es más grande y la plataforma permite colocar mejor los pies en el suelo. La capacidad de carga –uno de los puntos fuertes del Burgman– también se ha incrementado. De este modo, bajo el asiento caben dos cascos integrales, además de otros objetos menores, y la guantera del contraescudo ha crecido hasta los 5,5 litros de capacidad.
Mecánicamente las versiones con frenos con ABS, tanto del 125 como del 200, incluyen frenos independientes, sustituyendo al equipo con frenada combinada que montaban las versiones convencionales.
El bastidor conserva el sistema tubular de doble cuna en acero y las suspensiones el doble amortiguador posterior con regulación de precarga y la horquilla delantera convencional. Aunque se han mejorado sus consumos y sus ajustes para reducir las emisiones y optimizar su rendimiento, el propulsor conserva la base del conocido monocilíndrico de 4 tiempos con refrigeración líquida e inyección electrónica con una potencia máxima de 12 CV (18 CV para el 200).
Estéticamente llama la atención el nuevo doble faro anterior y el nuevo diseño de los intermitentes delanteros integrados. Es interesante el cuadro de mandos, especialmente completo en cuanto a información. Tiene un diseño muyactual, con dos esferas analógicas y un panel central en LCD con información mecánica y de viaje. Como novedad se ha incorporado un testigo Eco que señala el modo de conducción más eficiente y un nuevo ordenador de a bordo con información del consumo parcial. Finalmente, el Burgman puede adquirirse en un nuevo color denominado plata lunar, que se suma a los más tradicionales blanco, negro y gris oscuro. El precio sin promociones especiales del Burgman 125 es de 3.899 euros (4.299 euros con ABS) y 4.199 euros o 4.599 euros con ABS, el Burgman 200.
El Burgman 125 brilla gracias a una nueva estética, pero el nuevo ABS y la comodidad son sus puntos fuertes