Un referente para la innovación de las empresas
El festival no va –sólo– de música: ya es un referente como laboratorio de innovación para empresas
¿Qué hace un responsable de crecimiento de negocio de Gallina Blanca, un viernes por la mañana, en el Sónar? Trabajar, claro. “Hace cuatro años, a las empresasles podía resultar chocante venir al Sónar, ahora ya no”, explica Ventura Barba, uno de los ejecutivos de la empresa organizadora de este festival que nació hace 23 años con la música electrónica y que se ha convertido, en los últimos cuatro, también en un laboratorio de creatividad, tecnología y negocio. “Venimos, sobre todo, a descubrir, a refrescarnos”, dice Xavier Piera, de Gallina Blanca. “Cada vez habrá menos productos que duren cincuenta años en el mercado sin cambiar... Venir aquí es una manera de conectar con los laboratorios más revolucionarios de la innovación, y de ver cómo atraparla y llevarla a la empresa”. En Gallina Blanca elaboran sopas y salsas, y ya han empezado a introducir formatos de cocreación, de desarrollo lean... “Estamos en un modelo de innovación que queremos que sea disruptivo, y tenemos que saber cómo será y qué querrá al consumidor del futuro”, dice Piera.
Yenlugarde, oademásde, leer los estudios para entender a los milenistas (pero nosólo a ellos, el consumoylacreatividadsonintergeneracionales), qué mejor que verlos en su ambiente. “A las generaciones jóvenes les cuesta separar lo que es ocio y otras experiencias, como la profesional, por eso aquí se mezcla todo”, dice Genís Roca, socio de la consultora de transformación digital Roca Salvatella, que ha acompañado a visitar el Sónar a un grupo de empresas que no se dedican precisamente a vender tecnología ni creatividad digital, como Suez-Agbar, La Caixa, Banc Sabadell, RACC, Arag, Seat o Wuaki.tv.
“Al Sónar vienen 120.000 personas. Es tan importante como el Mobile World Congress. Viene la élite de la creatividad mundial”, dice Roca. El festival de música electrónica lo crearon Enric Palau, Ricard Robles y Sergio Caballero en 1994, y ya buscaba ser un espacio de relación entre los artistas y el público. Cuando se trasladó a la Fira de Montjuïc enel2013, “pensamosenreinventar la esenciaaltiempoactual. Sonar+D responde a la inquietud inicial de poner en contacto las industrias creativas con las tecnológicas, pero no para ver el producto tecnológico en sí, sino el uso que se hace”, explica Robles. El resultado es unlaboratorio vivo, un intercambio real de experiencias, de retos, de proyectos “en todos los momentos de la cadena de valor. No vienen sólo los departamentos de marketing o comercial que quieren vender un producto, sino que empezamos por la inspiración, el concepto, la búsqueda de talento diferente para repensar procesos... y llegamos hasta el testeo con el usuario final”.
La innovación es transversal, y por eso va mucho más allá de la música. “No hay que tener perjuicios. La gracia de este acontecimiento es que te encuentras en ambientes que no te esperas y puedes interactuar con gente muydiversa, es la esencia de la innovación: poner en contacto comunidades, tribus distintas,” explica Elena Pisonero, presidenta de Hispas atyd el consejo asesor de Roca Salva tell a. Ha participado en el Sónar en los encuentros Meet the expert, donde emprendedores o investigadores le pidieron consejo. “Hay nuevas maneras de enfocar la vida, de cómo compaginar ocio y desarrollo profesional. Están pasando otras cosas, tenemos que conocerlas para poder interactuar, para no crear mundos separados”.
Por eso la mirada va más allá: “La innovación es ciencia, formación, investigación. ¡Integrémoslo!”, dice Ricard Robles. “Hagamos que la empresa reciba el pensamiento lateral. Hay que enfocar la resolución de conflictos, que es la creatividad, con una base de conocimiento científico para innovar en el mundoempresarial. Las soluciones imaginativas las encuentras en territorios que no son tu espacio natural”.
Buena parte del público atraído por los conciertos también se pasa por lascharlas ylas conferencias del Sónar+D. Este año se han extendido 4.500 acreditaciones profesionales, el 60% extranjeros de más de 500 ciudades, dice Robles. El año pasado participaron en el Sónar+D 1.900 empresas, casi 500 catalanas. Y hay universidades y grandes empresas y capital riesgo. Yhan medido el impacto: sólo el festival ,72 millones de euros en el PIB de Catalunya.
Las soluciones más imaginativas surgen fuera del espacio natural