Diversión en la ciudad
Suzuki ha decidido ampliar la oferta del modelo más original de su catálogo, la VanVan, con una versión de 200cc
La Suzuki VanVan no es una novedad y tampoco lo es su versión de 200cc, aunque sí lo es que la marca japonesa haya decidido traerla desde el país del sol naciente para ponerla a la venta en Europa, donde hasta el momento sólo se había podido adquirir el modelo con motor de octavo de litro.
Una estética muy particular, el aire playero y el inconfundible estilo de los años 70 han hecho que muchos se hayan enamorado de la VanVan y, al mismo tiempo, hayan convertido algunas de sus características camperas en auténticas virtudes en el entorno urbano. La cuestión es que su facilidad de conducción y su ligereza la han llevado a perdurar durante décadas en el mercado y ahora, gracias, a su nuevo propulsor, también se podrá disfrutar en esporádicas salidas por carretera o en excursiones fuera del asfalto.
Naturalmente el principal cam- bio de la VanVan 200 está en su remodelado motor monocilíndrico de 199cc con 16 CV de potencia e inyección electrónica. Aunque mantiene la refrigeración por aire, ahora incorpora un radiador de aceite a fin de colaborar a mantener la temperatura del grupo motriz en su rango óptimo, y también incluye retoques en el escape y en la gestión del motor que permiten al modelo superar la homologación Euro4. El último de los cambios mecánicos está en el cambio de marchas, que es de cinco relaciones.
Pese a todas las modificaciones en el propulsor, el conjunto conserva un peso declarado de 128 kg y 770 mm de altura de asiento, igual que la versión de 125, aunque la parrilla portaobjetos del modelo pequeño se ha sustituido por una bolsa portaherramientas.
El funcionamiento general ha ganado enteros, y aunque la potencia máxima tampoco resulta exuberante, sí permite al propulsor trabajar más relajado al circular por vías interurbanas y mejorar las prestaciones. Con la inyección electrónica el consumo se ha optimizado y el principal paso adelante se observa con la sustan- cial mejora del rendimiento a bajo y medio régimen.
A nivel ciclo, la 200 es una VanVan de toda la vida, con su llanta delantera de 18 pulgadas, el neumático trasero de gran balón, el comodísimo y gran asiento corrido, la clásica horquilla delantera de 33 mm y un monoamortiguador simple en el tren trasero forman la estructura del modelo junto a su bastidor en tubo de acero de simple cuna abierta. Conserva también el escape elevado tipo
scrambler o el freno trasero de tambor, apoyado en este caso en el tren delantero por un disco simple con pinza de doble pistón.
Estéticamente tampoco hay novedades. El pequeño faro frontal domina la vista anterior y el cuadro de mandos dispone de un único reloj analógico para indicar la velocidad, los kilómetros totales y parciales, así como los testigos luminosos básicos. Eso sí, el logotipo de las tapas laterales adopta un vistoso 200 y los acabados cromáticos son nuevos, con una llamativa versión azul con líneas blancas en el depósito, otra más sobria en gris mate metalizado y una clásica negra con líneas grises.
La nueva VanVan 200 conserva todas las virtudes del modelo de 125, pero con un rendimiento mayor