Polígonos: menos humos y más eficiencia
El nuevo modelo energético abre a la industria las puertas de nuevos mercados y oportunidades de negocio
El Ayuntamiento de Santa Perpètua de Mogoda cederá de forma gratuita vehículos eléctricos a particulares y a empresas de la Riera de Caldes, zona que alberga 32 polígonos industriales, para fomentar su uso. El Consistorio de Granollers quiere crear una red de intercambio de calor entre empresas de los polígonos Camps y Congost para que estas puedan reducir su factura energética. Y el Ayuntamiento de Riudellots de la Selva está estudiando fórmulas para hacer más sostenible el polígono industrial del municipio, potenciando que los trabajadores compartan coche, mejorando horarios de tren o fomentando el uso del transporte público.
Estos son sólo tres ejemplos de cómo “los polígonos industriales se alejan cada vez más de la clásica imagen de la fábrica y la chimenea humeante para convertirse en espacios de actividad económica formados por una industria más limpia”, explica Carles Rivera, coordinador gerente del Pacte Industrial de la Regió Metropolitana de Barcelona.
Los polígonos industriales llevan años luchando contra la etiqueta de ‘contaminantes’. La legislación vigente y las buenas prácticas empresariales han conseguido que se realice una correcta gestión de los residuos y que se minimice la emisión de gases contaminantes y de efecto invernadero. Ahora, los coches ganan a las fábricas por lo que respecta a contaminación.
Pero quedan otros retos pendientes en materia de sostenibilidad que pueden suponer una oportunidad para los polígonos industriales y sus empresas, en opinión de Carles Rivera. Uno de los más importantes se refiere al consumo de energía, especialmente cara en España, lo que penaliza la competitividad de las empresas del país.
“La transición energética es una realidad, ya estamos en ella, pero debemos intentar acelerarla no sólo porque el futuro del planeta depende de ello sino también por la oportunidad que significa el desarrollo de un nuevo modelo productivo”, señala el experto. En la actualidad, el consumo energético de la industria catalana representa el 27% del consumo total de energía. La electricidad constituye sólo el 20% de la demanda energética; el otro 80% está formado, básicamente, por un 40% en usos térmicos (calefacción, frío...) y un 40% en combustibles del sector del transporte.
El nuevo modelo energético, basado en las fuentes de energía renovables y en una mayor eficiencia en su uso, abre a la industria las puertas de nuevos mercados y oportunidades de negocio. Por un lado, el sector puramente eléctrico (empresas generadoras y comercializadoras locales de energía). Y, por otro lado, nuevos sectores con un gran potencial de generación de puestos de trabajo y una oportunidad para la reconversión para el sector de la construcción, apostando por la rehabilitación energética. También presenta oportunidades en nuevos materiales, innovación tecnológica, tecnología de la información, electrónica, etcétera. Además, la implantación de energía renovables y la mayor eficiencia energética repercute directamente en un menor gasto energético para las empresas.
La movilidad es otro de los grandes retos pendientes de los polígonos. Estos espacios generan cada día miles de desplazamientos en zonas que no siempre están bien comunicadas por transporte público. Una de las principales soluciones que están implantando los polígonos es el impulso del vehículo eléctrico.