Los reyes del segmento
Audi y Mini disponen de los modelos más selectos y lujosos del segmento B
El modelo alemán basa su atractivo en la perfección de líneas, un elegante diseño con una elevada calidad El Mini juega con la tradición del modelo original, un automóvil que debutó en el mercado en 1959
El segmento B del mercado cuenta con una oferta tan extensa como seductora. Pero existen dos modelos que, en cuestiones de calidad, destacan por encima del resto. Audi propone la máxima distinción con el A1 y su rival más directo es el Mini. El modelo alemán basa su atractivo en la perfección de líneas, un elegante diseño, una elevada calidad de producto y grandes posibilidades de equipamiento. Su oponente, el icónico Mini, juega con la tradición del modelo original, un automóvil que debutó en el mercado en 1959. Su incomparable receta fue recuperada hace quince años y el modelo del siglo XXI está repitiendo éxitos a base de ofrecer una imagen desenfadada, joven y muy deportiva.
Las plazas delanteras del Audi A1 y Mini son exquisitas, gracias a sus excelentes asientos. Los sal- picaderos ofrecen propuestas muy diferentes, con un Audi que mantiene una elegante sobriedad, frente a un Mini que rinde de nuevo tributo a las formas del modelo original, destacando la gran esfera informativa existente ubicada en el centro.
Acceder a las plazas posteriores no resulta sencillo en las versiones de tres puertas, a pesar de las generosas dimensiones que ofrecen las puertas de Mini y Audi A1. Lógicamente, estos asientos traseros son muy limitados en espacio y cuentan con un importante hándicap: están homologados únicamente para dos ocupantes. En consecuencia, son vehículos que permiten viajar a un máximo de cuatro personas. También se muestran muy limitados los maleteros, con una capacidad de 270 litros para el Audi y de 215 litros, en el Mini. Diversión al volante Mini aporta toda su experiencia y saber hacer para que conducir su automóvil sea una experiencia placentera: incorpora con este objetivo elementos como dirección asistida con variación de dureza en función de la velocidad, control dinámico de estabilidad con control de tracción y control electrónico de bloqueo de diferencial. También se dispone de opciones como un control dinámico de la suspensión y un chasis deportivo. En adición, la tecnología Driving Modes permite escoger entre diferentes modos de conducción, denominados nor- mal, deportivo y ecológico. En el caso de Audi, el sistema para elegir modos de conducción se denomina Audi Drive Select y modifica diversos parámetros a gusto del conductor, como la respuesta del motor, de la caja de cambios o la asistencia de la dirección.
Tanto el Audi A1 como el Mini manifiestan en la conducción deportivas reacciones y un carácter muy temperamental, para lo cual están equipados con rígidas sus- pensiones y una dirección directa, reaccionando de modo inmediato a las órdenes del conductor. Favorecidos por su liviano peso, son vehículos excitantes para afrontar curvas enlazadas y se muestran realmente ágiles en la conducción urbana, además de resultar muy prácticos para estacionar. Son, en definitiva, dos modelos que se hacen pagar, pero que cuentan con los argumentos necesarios para justificar su elevado precio.