Tipologías curiosas de profesionales en verano, según Fernando Trías de Bes
Esta es la típica pregunta del familiar o amigo que nos encontramos ataviado con bermudas o bañador estos días. Quedan lejanas las cuatro semanas de parón estival de antaño. Desde que España se abrió a Europa y entramos a participar de la globalización, no podemos bajar la persiana un mes seguido. Y se abrió la veda a montarse las vacaciones ad libitum. Según preferencias, tengo detectados cuatro tipologías de profesionales. A saber.
1. Los Non-Stop Rodríguez. Son aquellos que prefieren trabajar todo el mes de agosto, así que están permanentemente de Rodríguez, no sólo en julio. Los Non-Stop Rodríguez consideran que en agosto se está de miedo en la ciudad, sin tráfico, sin jefe, con pocas llamadas y con tiempo para hacer, según dicen, todo aquello que el resto del año no pueden: ordenar el despacho, proyectos retrasados, preparar el año siguiente, etcétera. Los Non-Stop Rodríguez viajan en septiembre, y se pavonean de los precios mucho más ventajosos que logran y de sus sombrillas y playas semivacías. Ser un NonStop Rodríguez no es fácil. Hay que saber remar contra corriente, y resistir las llamadas al móvil que van a recibir cuando sus clientes se reincorporen al trabajo. Además, hay que endosar a los críos durante agosto a suegros, cónyuge o colonias, las cuales cuestan a veces más que lo ahorrado. Pero eso no lo dicen.
2. Los Augustus Interruptus. Sus vacaciones son psicodélicas. Ahora se enciende, ahora se apaga. Sus calendarios son un Sudoku. “Esta semana tengo tres días; la que viene, la del quince de agosto, cojo dos días y así hago cinco seguidos; la tercera semana tengo cuatro días; y la última sólo dos; de esa forma me quedan tres días para septiembre que empalmo con los puentes de la Diada y la Mercè y obtengo dos minivacaciones”. “Ah, vale”, respondes. Y piensas que así es imposible desconectar. Pero los Augustus Interruptus tienen la facultad de conectar y desconectar con sólo cambiarse de ropa.
3. Los Dos quincenas. Son aquellos que se toman, sistemáticamente, quince días en julio y otros quince días en agosto. ¿Por qué? Pues porque son aficionados al camping, al Tour de Francia o a ciertas fiestas patronales de lugares remotos que uno no ha pisado nunca y ni siquiera conoces cuando te nombran. El segmento Dos quincenas no piensa en descansar, sino en mantener viva una extraña e insondable tradición.
4. Los Verano Azul. Son aquellos que han probado las modalidades anteriores y no han quedado convencidos. Así que se toman cuatro semanas seguidas. Su muletilla es: “O paro varias semanas o no consigo desconectar”. Y añaden indefectiblemente: “Es que la segunda semana ya estás pensando en que la siguiente trabajas”. Pronto será un refrán.
Veraneantes Los ‘Non-Stop Rodríguez’ consideran que en agosto se está de miedo en la ciudad, sin tráfico, sin jefe, con pocas llamadas...