Menos riqueza y más desigualdad
El crecimiento económico es condición necesaria pero no suficiente para atajar unas diferencias que han aumentado en la sociedad española durante la crisis
Llevamos unos años de recuperación de la actividad. Nadie puede negarlo, porque ahí están las cifras de crecimiento del PIBydelempleo. Sin embargo, todavía se mantienen situaciones insólitas. Por ejemplo, ¿sabe que la renta media personal de los jubilados en 2014 (último año con datos) es superior a la de los ocupados? Según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del INE, entre 2007 y 2014 los primeros ganan un6,77% másy los segundos han perdido un 2,5%. Este dato –tremendo– no tiene sentido sino se acepta que estamos inmersos en una recuperación global y mal re partida. O si quieren, una recuperación asimétrica, donde baja el paro pero los nuevos empleos no tienen fuerza para cambiar la tendencia que hace crecer el númerodepersonas afincado en la parte baja de los estratos de renta de la sociedad.
La desigualdad, no se olvide, se agudiza por la parte de abajo. Antes de la crisis, según el INE, un 31% de los hogares estaba en la parte baja de la pirámide de rentas, mientras que en 2014 ya subían hasta el 38,5%, al tiempo que los que tenían rentas medias habían bajado del 59% al 52% y los de rentas altas apenas habían bajado del 9,9% al 9,2%.
Solo así se explica que, a pesar de la mejora global, la tasa de riesgo de pobreza siga todavía un par de puntos por encima del año 2007. Tampoco es bueno observar que la renta media de los hogares (INE) –aunque se debe matizar que en este periodo las familias han crecido en dos millones, sobre todo las uniparentales– siga un13% pordebajo desde el punto de inflexión de la crisis, ni que la renta media por persona –esto es aún más grave– esté todavía un 8% por debajo. Y ello con una buena evolución de creación de empleo en los últimos años. De todas formas, aquí es necesario hacer un matiz: la ECV se conoce a año vencido. Es decir, en abril de 2016 hemos conocido la encuesta de 2015, que, a su vez, se refiere a datos reales de 2014. Esto hace pensar que en el último año y medio pueda haber variado esta negativa tendencia, aunque sin corregirla del todo. Basta ver como está el mundolaboral. Hayunacorriente defondo–los bajos salarios son una buena muestra– que parece apuntar hacia la consolidación de una economía low cost, esa que el profesor Miquel Puig ha denostado –con tanta vehemencia como razón– al afirmar “un país decente no puede ser low cost”.
Ciertamente, la caída de los ingresos durante la crisis haafectado negativamente a las rentas de todos los factores productivos, tanto del trabajo como del capital, y a casi todos los niveles de ingresos. Pero, como apunta el profesor Francisco J. Goerlich en el estudio, Distribución de la renta, crisis económicas y políticas redistributivas (Ivie y Fundación BBVA) –del que fue director– los descensos de
La desigualdad se acusa sobre todo por la parte inferior de la pirámide de rentas de la sociedad española La tasa media de riesgo de pobreza está en el 22%, pero hay grupos de hogares donde llega al 37%