La Bioregión de Catalunya
La BioRegión de Catalunya, el clúster de las ciencias de la vida y la salud de Catalunya, se ha posicionado en los últimos años como uno de los clústers de referencia del sector en Europa.
En septiembre de 2015 –fecha de actualización del último Informe Biocat– la BioRegión contaba con 734 compañías –incluyendo farmacéuticas, biotecnológicas, de tecnologías médicas y digital health– que facturaban más de 14.000 millones de euros, el 7% del PIB de Catalunya, y daban empleo a más de 42.000 personas a las que se suman casi 90.000 empleados de 195 establecimientos hospitalarios y más de 8.000 en 41 centros de investigación. Un ejemplo de que Catalunya es capaz de crear empleo –y riqueza– en sectores basados en innovación y conocimiento.
Las inversiones empiezan a ser relevantes y con participación internacional: las grandes rondas de financiación protagonizadas por Oryzon o Minoryx fueron sólo algunos de los más de 100 millones de euros captados por las empresas del sector entre 2013 y 2015. Más de la mitad de estas inversiones (55,16 millones) se registraron el año pasado, pero aún más destacable es señalar que hasta julio de este año el sector ya llevaba captados 62,6 millones de euros: es decir, en un semestre se ha superado la inversión de todo el 2015. Las profecías de los inversores del sector, como Ysios o Caixa Capital Risc, se están cumpliendo: 2016 será un gran año.
El brillo de los números, sin embargo, no debe cegarnos: el sector tiene deberes pendientes. Algunos de base y muy importantes: nuestra excelencia científica no se traduce en una alta valorización socioeconómica. La BioRegión no tiene un problema de ciencia sino de transferencia, y es tarea de todos poder corregirlo. Si no lo conseguimos, será difícil sostener el coste de la ciencia.
Por otro lado, Catalunya cuenta con un porcentaje de gasto en I+D público y privado sobre el PIB muy bajo. Es necesario aumentar el apoyo a la investigación básica y clínica y fomentar la participación del sector privado en la investigación, ya que actúa de polo de atracción para la creación de nuevas empresas y anima a los emprendedores a asumir retos disruptivos.
Y pese al auge del último año, el acceso a capital continúa siendo uno de los obstáculos para nuestras empresas. Debemos conseguir vehículos de financiación para desarrollar proof of concept; ampliar el pool de inversores; atraer más capital privado internacional; y disponer de mecanismos legales para incentivar la filantropía, entre otros retos.
En Biocat trabajamos en nuevas estrategias que den respuesta a estos retos. En sus ya 10 años de historia, Biocat ha ayudado al sector a crecer, y ahora ha llegado el momento de madurar juntos y consolidar la BioRegión como un clúster de referencia internacional.
Problemas Un deber pendiente es que nuestra excelencia científica no se traduce aún en una alta valorización socioeconómica