Ganan los conservadores
Unos 5.500 millones han entrado en el sector en el último trimestre, 1.200 millones en septiembre
La entrada de dinero en los fondos no conoce tregua, aunque a un ritmo bastante más moderado que en el primer cuatrimestre del año pasado, una de las etapas más espectaculares que han vivido los fondos de inversión en los últimos años. En el trimestre que acaba de concluir, unos 5.500 millones de euros han pasado a engrosar los activos totales del sector, de ellos unos 1.200 millones durante el mes de septiembre recién cerrado. De las entradas netas de este último mes, poco más de 1.000 millones han acudido a los fondos de perfil más conservador, la renta fija y los fondos garantizados, con amplia diferencia sobre el resto de los fondos.
La afluencia de dinero a estos fondos no carece de fundamento, ya que son dos de las cinco categorías que han acumulado en los nueve primeros meses del año un rendimiento superior al del resto, aunque no para grandes alegrías. La renta fija acumula en lo que va de año un 1% de rendimiento mientras los garantizados ganan en conjunto un 0,5%.
Es, desde luego, poca cosa pero más de lo que ofrecen otras categorías, si bien durante el mes de septiembre se ha podido observar un nuevo avance en la renta variable española, que ha sido uno de los segmentos del mercado más rentables junto a los dos ya mencionados. Las previsiones de los analistas son alcistas para la renta variable debido a las favorables valoraciones de muchas compañías cotizadas, con la excepción del sector bancario.
La prevista estabilidad de tipos de interés hasta finales de año, tal y como se deduce de las últimas declaraciones de la Reserva Federal estadounidense, ha dotado de una menor volatilidad a los mercados en general, aunque en esta última semana se ha vivido un episodio alcista centrado en la recuperación de los precios del petróleo tras la última reunión informal de los países productores. El escenario que se baraja ahora de cara a la cumbre de la OPEP de noviembre próximo apunta hacia unos precios del crudo más cercanos a los 50 dólares el barril, un nivel que no debería causar trastornos apreciables en los mercados. En paralelo, los tipos de interés no parecen presagiar alteraciones sustanciales.