Pendientes de EE.UU.
El resultado de las elecciones estadounidenses marcará el rumbo de las cotizaciones de las bolsas mundiales durante las próximas semanas. Esta cita electoral tiene lugar con los índices bursátiles estadounidenses cerca de máximos y tras haber prácticamente doblado en los últimos cinco años. Desde los niveles actuales cualquier excusa es buena para corregir parte de las subidas anteriores.
El peor escenario para las bolsas sería la ausencia de un ganador claro el mismo martes. Tras la reducción de las distancias de los candidatos en las últimas encuestas, no es descartable una situación como la vivida en las elecciones del año 2000. Entonces, el ganador de las elecciones no se conoció hasta un mes más tarde, generándose una situación de incertidumbre en los mercados hasta que finalmente se conoció el ganador de las elecciones: George Bush. No es descartable que esta situación vuelva a suceder, más aun después de las amenazas de Trump de no reconocer el resultado electoral si le es desfavorable.
Sea cual sea el ganador de las elecciones, supuesto que se conoce el mismo día ocho, las bolsas podrán sobrerreaccionar en un primer momento. Sin embargo, como vimos en el caso del los excesos son rápidamente aprovechados por los inversores más fríos.
El día siguiente al referéndum del las bolsas europeas tuvieron la apertura con la mayor bajada de la historia. Hoy, medio año después, las bolsas han recuperado lo perdido entonces pese a las lúgubres perspectivas anunciadas si triunfaba el El resultado electoral estadounidense puede provocar movimientos bruscos en las cotizaciones en el corto plazo. De producirse, conviene recordar la oportunidad de inversión que supuso la caída de cotizaciones tras el