Sorprende por sus prestaciones, agilidad y rapidez de dirección
Con el refinamiento habitual de la marca británica, el Range Sport SDV8 se muestra especialmente ágil
Capaz de todo, increíblemente versátil. Sofisticado y refinado y con un motor V8 diésel que puede con todo. Así es este Range Sport, un automóvil que puede cumplir como lujosa berlina de notables prestaciones, como espacioso familiar o como duro todoterreno. Es cierto que es grande y aparatoso para utilizarlo por ciudad. Y que no es práctico para entornos urbanos. Pero todo lo demás lo hace bien. Excelentemente bien.
De entrada, es difícil encontrar un vehículo que ofrezca un grado tan alto de lujo interior y de refinamiento. De este modo, el Range Sport es 15 centímetros más corto que su famoso hermano de gama, el Range Rover normal. También es más ligero gracias al empleo de un chasis de aluminio.
A diferencia del Range, el grande, esta versión Sport es más adecuada para viajar al ser más ligera y con el centro de gravedad más bajo. Se suma, además, la ventaja de las dos plazas traseras adicionales, aunque no sean aptas para adultos en un viaje largo.
Esta versión, 4.4 SDV8 HSE, lleva el motor diésel de 340 CV. Muy potente, moderno y ligero, ofrece un rendimiento fenomenal, con una entrega de la potencia sumamente suave y progresiva. Este motor diésel se muestra extraordinariamente equilibrado y con unas prestaciones brillantes. Y gracias sobre todo al ahorro de peso y al sistema Stop & Start, tiene un consumo bastante razonable.
Otro de los aspectos que impresiona es la tecnología que incorpora. Por ejemplo, el mando Terrain Response 2, lo mejor que puede encontrarse actualmente en un SUV de lujo, facilita la conducción cuando decidimos abandonar el asfalto.
Hay cinco opciones disponibles según el tipo de terreno: General, Hierba/Gravilla/Nieve, Barro/Surcos, Arena y Rocas. Un complejo sistema electrónico, a través de una centralita, selecciona los ajustes adecuados para la transmisión, la tracción y el motor. Asimismo, un modo Auto detecta de manera automática el tipo de terreno. Y un diferencial trasero activo modifica el reparto de par entre las dos ruedas traseras. Y hay más: el sistema Wade Sensing indica al conductor el nivel de agua en un vadeo ante la posibilidad de cruzar un río. Es difícil encontrar algo más completo.
Y para ayudar a seguir la trayectoria marcada con el volante en las curvas, la función Torque Vectoring frena las ruedas interiores. Además, el Range Rover Sport con acabado HSE incluye la posición Dynamic en el mando Terrain Response 2 que ajusta la dureza de la dirección, la respuesta del acelerador y del cambio, el control de la suspensión y del balanceo y la configuración de los sistema de tracción y estabilidad.
En carretera el tacto que ofrece es exquisito. No se percibe nunca como un coche grande y pesado. Responde de forma ágil y muestra una rapidez de dirección propia de un deportivo. La velocidad de paso por curva y la solvencia con que se mueve en trazados sinuosos es admirable en un coche de este tamaño.