CRÍTICA DE ARTE FRAGMENTOS DE INFINITO

Recuerdo que la primera persona que me recomendó que prestara atención a las esculturas de Gabriel fue el poeta Carles Hac Mor. A veces las cosas suceden así, pues por mucho que el mercado y el sistema productivo se empeñen en reducir nuestras identidades y personalidades múltiples hasta una dimensión de etiqueta unidimensional y de emprobrecimiento especializa- do, la realidad de la creación artística y literaria es una sola y diversa, y tan propensa a los enlaces como la propia naturaleza (racimos, neuronas eléctricas, capilaridad).

Gabriel (Badalona, 1954) se dio a conocer entre 1983 y 1988 en diversas exposiciones (Espai 10 de la Fundació Joan Miró, galería Fernando Alcolea, o también la estupenda exposición colectiva Extra!). Quien descubra ahora las esculturas de pared que presenta en la galería Miquel Alzueta tal vez podrá pensar que Gabriel está influido por Anish Kapoor, pero lo cierto es que él hizo eso mucho antes que el célebre escultor indobritánico. Esa escultura extraña y reflectante, con piel en sintonía con la luz, es ahora distinta, pero estas obras recientes son una consecuencia de lo que Gabriel inició hace ya más de treinta años, con sentido del misterio y la aventura.

‘Zotaxatoz’ Escultura de Gabriel | Galería Miquel Alzueta | Hasta el 5 de enero | Precios de 12.500 a 20.000 euros | Tel. 93-238-97-50