El euro, de nuevo en peligro
Tras el Brexit, Italia podría dar hoy el tiro de gracia al euro si Matteo Renzi pierde el plebiscito y desencadena una nueva tormenta monetaria
De producirse una tormenta monetaria, el BCE intensificará sus compras de bonos soberanos italianos
El fantasma de una nueva tormenta monetaria recorre Europa y asusta al mundo. En esta ocasión la causa es el referéndum que hoy se celebra en Italia de resultado incierto y del que depende el futuro de su primer ministro Matteo Renzi y tal vez del euro. ¡Qué paradoja! Un país fundador puede llevarse por delante el proyecto europeo. Los mercados están ya preparados para un temible lunes negro. El Banco Central Europeo (BCE) está listo para volver a sacar el bazuca como ocurrió en el verano del 2012 cuando España estaba contra las cuerdas.
Si sale el no como vaticinan las encuestas, Italia sufriría un significativo repunte de sus costes de financiación. De hecho, la prima de riesgo está más de 50 puntos básicos por encima de la española. Si esto sucede, más pronto que tarde terminaría arrastrando la prima de riesgo de la abultada deuda española y la de los países del sur de Europa. Una nueva tormenta monetaria, que como dice The Economist, haría que el euro entrara en crisis y hasta podría desaparecer, lo cual para la revista británica “no sería un drama, porque simplemente se adelantaría la destrucción de una moneda frágil cuyo final es cuestión de tiempo”.
Es decir, se vuelve a decir lo mismo que hace ocho años. En esta ocasión las cosas pueden ser diferentes a pesar de que Matteo Renzi tiene está prácticamente solo. Desde la derechista Forza Italia de Berlusconi hasta el Movimiento Cinco Estrellas, pasando por los críticos de su propio partido, todos quieren que fracase y que Italia –y con ella Europa– se pegue un tiro en el pie.
Lasituación recuerda aquel 12 de marzo de 1986 cuando Felipe González inexplicable mente convocó el referéndum sobre la salida de España de la O TAN. También lo tenía todo en contra y en el último momento ganó, probablemente por el vértigo que produce el vacío. Esto es lo que puede pasar hoy en Italia. Después del sorprendente resultado del Brexit y del no menos disparatado triunfo de Donald Trump en Norte américa, es posible quelos italianos se lo piensen dos veces antes de votar.
En cualquier caso, quiero creer que el euro no va a desaparecer; aunque tal idea le apasione a una parte muy significativa de las élites anglosajonas, incluida la nueva administración norteamericana. Los nacionalistas más conservadores nunca vieron con buenos ojos la aparición de un rival al billete verde. Es lógico, a nadie le gusta la competencia y tanto a los ingleses con su libra como a los americanos con su dólar les ha ido muy bien en el pasado y quieren regresar al viejo sistema.
Pero ya no es posible. El mundo ha cambiado después del crack del 2008 provocado, entre otros factores, por la inmensa deuda acumulada porEE.UU. y que llegó a alcanzar 14,3 billones de dólares. Tal es así, que el entonces director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, imprudentemente llegó a plantear la creación de una divisa mundial no perteneciente a ningún país. Una nueva forma de entender la globalización en la que no sólo se beneficiase a unos en contra de todos los demás. Después de pronunciar tan importante conferencia en la Universidad George Washington no volvió a hablar más. El oportuno escándalo sexual del que fue objeto terminó con él y con sus revolucionarias ideas monetarias.
Es evidente que los americanos no van a renunciaran al papel hegemónico que ha tenido el dólar hasta el momento. Pero también parece incuestionable que ya no pueden terminar con la moneda única. La razón es que más del 25% de las reservas de los bancos centrales del mundo ya están asignadas en euros.
Por tanto, en el caso que una derrota de Renzi provocase una nueva tormenta monetaria, el BCE intensificará sus compras de bonos soberanos italianos. Mario Draghi tiene preparados 80.000 millones de euros al mes para atenuar cualquier repentino repunte de los tipos de interés. Esto no significa que la integración europea no sufriría un duro revés, sobre todo después del torpedo a la línea de flotación de la eurozona que ha supuesto el Brexit.
Pero también es factible que gane el ‘SI’ y en este caso Italia eliminará la función legislativa del Senado, de tal modo que se facilite la labor y la estabilidad del ejecutivo lo que supondría derrotar los populismos y dar un paso de gigante en la integración europea. Si eso ocurre, Renzi se consolidará en el poder y se convertirá en el líder que toda la socialdemocracia europea está esperando.