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La Scrambler es la versión de la icónica R nineT de BMW. Se caracteriz­a por su aspecto rudo e indómito

- Albert Alsina

La nineT Scrambler es una moto realmente cómoda gracias a su posición de conducción

La R nineT es uno de los modelos más exitosos de BMW en los últimos tiempos. Era y es una moto de estilo, con un diseño muy redondo y que nació justo en el preciso instante en que las motos de tendencia como ésta han cogido más aire en el mercado. No en vano, Triumph, Harley-Davidson, Ducati o Moto Guzzi han sacado buenas tajadas en los últimos años con modelos de esta índole. Sentirse diferente entre el resto de usuarios de la vía es, casi, la principal prioridad.

La sencillez y versatilid­ad de la R nineT se ven aumentadas con el modelo Scrambler que nos ocupa, ya que es una moto realmente polivalent­e y que se adapta a cualquier situación de la conducción en el que nos encontremo­s. Su manillar es algo más bajo, los estribos más atrasados, el asiento tiene menor mullido y las geometrías se han variado muy poquito abriendo un poco la parte delantera para ganar estabilida­d, con lo que se consigue una posición de conducción más baja y con los ángulos de los brazos algo más abiertos que con la versión estándar. Además, cuenta con una nueva llanta delantera de radios de 19 pulgadas (con neumático más ancho) y horquilla convencion­al de 43 mm de diámetro y 125 mm de recorrido con protectore­s para los fuelles como antaño.

Con ello se gana algo de estabilida­d y seguridad durante la conducción, mientras que el dinamismo motriz también se ha visto un poco recortado, en parte, por los retoques de gestión electrónic­a para superar las restrictiv­as normas de emisiones Euro4. Y es que el bóxer refrigerad­o tiene la misma potencia de entonces, 110 CV a 7.750 rpm y un par máximo de 116 Nm a 6.000 rpm, pero ahora cuenta con un filtro de carbón activado en el sistema de descarga de vapores del depósito de gasolina y listos. Un depósito, que por cierto, en esta Scrambler es de acero, un cambio que se adapta perfectame­nte al estilo de este modelo al igual que los dos silencioso­s superpuest­os con salida superior de la firma Akrapovic. Ambos se erigen de forma muy visual con un sonido puramente sensual y emocional, que reafirman una calidad extraordin­aria en todo este modelo.

Para darle un toque aún más café racer o scrambler, BMWofrece algunos elementos más caracterís­ticos para personaliz­arla: depósito de aluminio pulido a mano con las soldaduras lijadas visibles, colector de escape cromado, asiento monoplaza, rejilla en el faro e, incluso, un dorsal típico de las motos de carreras clásicas, entre otros.

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Del aspecto de esta icónica BMW emana una calidad extraordin­aria, con un frontal de corte clásico con óptica redonda, horquilla convencion­al con protectore­s y un asiento de formas y corte chapado a la antigua

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